Cantabria centrará sus recursos el próximo año en el refuerzo del sistema sanitario y en la mejora de la educación pública. Y lo hará con una inversión adicional en estas dos áreas cercana a los 100 millones de euros, aprovechando el crecimiento de aproximadamente el 5,5% que experimentará el Presupuesto de la Comunidad Autónoma para 2021 como consecuencia de la decisión del Gobierno de España de dejar en suspenso las reglas fiscales y los acuerdos adoptados por el Consejo de Política Fiscal y Financiera hace tan solo unos días.
Así lo ha confirmado en rueda de prensa el vicepresidente y portavoz del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga (PSOE), que tras la habitual reunión semanal del Ejecutivo autonómico ha explicado que Sanidad y Educación capitalizarán el grueso de los más de 160 millones de euros extraordinarios que incluirán las próximas cuentas públicas, una cifra que sobrepasa con creces las mejores previsiones hasta la fecha, confirmando que elaborarán un presupuesto “expansivo” que haga frente a la actual situación social y económica derivada de la pandemia.
La sanidad, principalmente a través del Servicio Cántabro de Salud, que soporta la respuesta en primera línea al coronavirus, se llevará entorno al 44% de esta capacidad de financiación adicional, unos 70 millones, y la educación, un 18%, equivalente a casi 28 millones de euros. Ambas áreas sumarán conjuntamente más de la mitad de esta cantidad adicional para inversiones, aunque todas las consejerías verán incrementadas sus partidas, con importantes sumas destinadas a Medio Ambiente y Desarrollo Rural o al departamento que dirige el propio Zuloaga, donde crece especialmente el gasto en el contrato-programa de la Universidad de Cantabria.
Según ha hecho público el vicepresidente durante su intervención ante los medio, en la reunión del Consejo de Gobierno, la consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez (PSOE), ha informado a los miembros del Ejecutivo de este nuevo techo de 160 millones adicionales de capacidad de financiación de proyectos inversores, después de que el propio Zuloaga lo cifrara la semana pasada en 130 millones aproximadamente, sin tener en cuenta los posibles fondos extraordinarios que lleguen a través de la Unión Europea dentro del programa de recuperación económica impulsado a nivel comunitario.
El vicepresidente y secretario general del PSOE en Cantabria también ha confirmado que las cuentas públicas para el año que viene están “esbozadas” en las distintas consejerías, y “muy avanzadas” para cumplir el objetivo que se ha impuesto el Gobierno: que estén aprobadas antes de final de año y entren en vigor el próximo 1 de enero de 2021.
Según ha reiterado, el calendario con el que trabajan pasa por sacar adelante el techo de gasto del presupuesto autonómico a finales de octubre, en un Consejo extraordinario previsto en principio el 29 de octubre, para después recabar las aportaciones de los agentes económicos y sociales en el seno de la Mesa de Diálogo Social y de los grupos parlamentarios.
El Gobierno quiere aprobar el proyecto de Ley de Presupuestos en la primera semana de noviembre, con el sábado 7 como fecha clave, para a continuación iniciar la tramitación parlamentaria el lunes 9 de noviembre y poner en marcha la maquinaria legislativa que les permita contar con este instrumento en los plazos previstos.
Mayoría reforzada
Aunque el bipartito PRC-PSOE no necesita de votos adicionales en la Cámara autonómica para sacar adelante las cuentas, dada la mayoría absoluta que suman regionalistas y socialistas, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha insistido en las últimas semanas en la importancia de que estos presupuestos se aprueben con el mayor consenso posible. Por ello, ha tendido la mano en el Parlamento a los partidos de la oposición, que dada la situación de excepcionalidad que vive la comunidad autónoma no ven improbable sumar sus votos a los de los partidos que sustentan al Ejecutivo.
Los más proclives a este entendimiento son los diputados de Ciudadanos, que precisamente este jueves han reunido a su nueva Junta Directiva, que inicia una nueva etapa en la que la formación naranja ha anunciado que busca “arrimar el hombro” y “llegar a acuerdos” con otras formaciones para sacar adelante políticas que “ayuden a la comunidad autónoma a superar la crisis sanitaria, económica y social generada por el COVID-19 con las menores secuelas posibles”.
Así lo ha dicho, en declaraciones a los medios de comunicación, el coordinador de Cs Cantabria, Félix Álvarez, que vuelve a liderar el partido en la comunidad tras haberlo dirigido ya entre 2017 y diciembre de 2019, cuando dimitió como portavoz autonómico. A finales de septiembre, la Ejecutiva de la formación naranja en Madrid dirigida por Inés Arrimadas lo designó de nuevo para ponerse al frente de nuevo.
Según Álvarez, el objetivo de Cs es que sean unas cuentas “pragmáticas y moderadas”, en las que se reduzcan “los gastos superfluos y no productivos” para poder destinar recursos a los “esencial”, que es, según ha dicho, la sanidad, las inversiones productivas y ayudar a las personas en situación vulnerable.