Cantabria, tal y como estaba previsto, ha tomado la decisión de endurecer sus medidas restrictivas para contener el avance de la pandemia, cuya incidencia está creciendo en la comunidad, como en el resto del país, de manera vertiginosa en los últimos días.
Así pues, la Consejería de Sanidad ha anunciado este viernes que el decreto con las nuevas medidas entrará en vigor este fin de semana. Concretamente, se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) este viernes y su aplicación será desde las 00.00 horas de las noche del sábado al domingo.
La nueva normativa reduce las reuniones sociales hasta un máximo de diez personas -excepto grupos de convivencia estable-, medida que estará sujeta a ratificación judicial al suponer “una clara limitación del derecho de reunión”, y cierra la hostelería a las 11 de la noche, con prohibición de admitir nuevos clientes a partir de las 22.00 horas.
Asimismo, bares y restaurantes no podrán hacer uso de las barras, y tendrán un aforo máximo del 50% en interior y 75% en las terrazas, en las que no se podrá fumar. Además, en estos establecimientos, las mesas no podrán superar las seis personas.
Por su parte, en los mercadillos el aforo será del 75%, al igual que en el ámbito cultural, como en cines, teatros, auditorios, bibliotecas, archivos o museos con un metro y medio de separación. En el caso del deporte federado, la resolución se remite a lo establecido por el Consejo Superior de Deportes, y en el no federado, se reduce al 20% el aforo de los campos del Racing y la Gimnástica, que acababa de aumentarse al 30% la semana pasada.
Además, antes de cada partido tiene que haber una evaluación del riesgo, de forma que en función de la evolución de la pandemia se podrá decidir que el partido se celebre sin público.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), ha dado cuenta de estas nuevas restricciones aplicadas en Cantabria tras la reunión del Consejo Interterritorial de Salud celebrado en la tarde de este jueves, en la que los diferentes territorios y el Ministerio consensuaron medidas anti-COVID.
Nivel 2
Y precisamente en el marco del documento acordado en ese encuentro, la comunidad ha implementado las nuevas medidas, acordes al nivel 2 de alerta que establece el Ministerio atendiendo a los diferentes indicadores de evolución de la pandemia.
El consejero ha explicado la situación en la que se encuentra Cantabria en relación al citado documento, que mide la evolución epidemiológica y la situación asistencial. De los cinco indicadores epidemiológicos establecidos para determinar el nivel de alerta en cada territorio, Cantabria está en riesgo 'muy alto' en tres y en riesgo 'alto' en dos.
Así, la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días es de 240 por cada 100.000 habitantes (riesgo alto) y en los últimos siete días de 160 (riesgo muy alto); mientras que la incidencia acumulada en mayores de 65 años es de 183 en 14 días (riesgo muy alto) y 115 en la última semana (riesgo muy alto). El porcentaje de positividad de las pruebas es del 10,8% (riesgo alto).
Por contra, la situación de los hospitales sitúa a Cantabria en riesgo bajo, con un 4,5% de camas ocupadas por pacientes COVID y un 9,8% en UCI. El consejero ha explicado que la combinación de los dos grupos de indicadores hace que la comunidad esté en riesgo 2.
“La situación es mala, nos salva la situación de la presión hospitalaria”, ha resumido. Además, ha detallado que la limitación del derecho de reunión a 10 personas, que no afecta al ámbito educativo al tener su propia regulación, tendrá que ser ratificada por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) por suponer la limitación de un derecho fundamental.
Toque de queda
Sobre el debate de la aplicación o no del toque de queda a nivel nacional, que algunas comunidades ya han solicitado, el consejero se ha mostrado partidario, aunque ha preferido llamarlo 'restricción de la movilidad nocturna', puesto que, a su juicio, ayudaría a “reducir sustancialmente la celebración de fiestas y reuniones de personas tras el cierre de los establecimientos de hostelería”.
“Parece que el estado de alarma sería el encuadre jurídico más adecuado”, ha señalado Rodríguez, quien ha subrayado que al Gobierno de Cantabria la forma jurídica le da igual. “Lo importante es que se imponga, si se puede desde un punto de vista administrativo”, ha concluido.