El Gobierno de Cantabria suspenderá las vacaciones escolares de la próxima semana como consecuencia de la evolución negativa de la pandemia en la comunidad autónoma. “En la práctica, tendríamos a cientos de estudiantes cántabros al cuidado de sus abuelos, a jóvenes interactuando en espacios menos controlados y un aumento de la movilidad que ahora mismo no podemos permitirnos”, ha defendido la consejera de Educación, Marina Lombó (PRC), que ha valorado como la “mejor opción” adoptar esta medida extraordinaria.
La dirigente regionalista, que asumió las competencias en Educación a comienzos de legislatura, ha anunciado que su departamento puede modificar el calendario escolar del curso actual para suspender la semana no lectiva prevista a partir del próximo lunes, día 2 de noviembre, de forma que los centros educativos continuarán ininterrumpidamente con su actividad docente de forma presencial hasta las vacaciones de Navidad, en contra de lo previsto, dado que Cantabria asumió un modelo hace ya varios años en el que hay un parón de una semana cada dos meses, aproximadamente.
Esta posibilidad se ha trasladado este mismo miércoles a toda la comunidad educativa tras el empeoramiento de la crisis sanitaria y el riesgo añadido que, según Salud Pública, supondría en este momento la celebración de ese periodo no lectivo, a través de una serie de encuentros que se han celebrado en las últimas horas. En concreto, Lombó ha estado en contacto con los vocales de las permanentes de directores de Educación Infantil y Primaria, Educación Secundaria y Educación Concertada; la Junta de Personal Docente; la Mesa de las Familias, integrada por las asociaciones de padres FAPA y CONCAPA, y, finalmente, el Consejo Escolar.
“Este primer bimestre de curso nos ha demostrado que los centros educativos no son parte del problema, sino parte de la solución, porque en ellos se cumplen las medidas en todo momento y, además, permite tener muy identificados los contactos de cada estudiante, lo que facilita enormemente el rastreo”, ha afirmado la consejera, que ha admitido que esta decisión exige un esfuerzo añadido a los docentes, entre los que la noticia ha corrido como la pólvora y ha generado un rechazo casi inmediato a través de sus centrales sindicales, que convocarán movilizaciones de forma conjunta para mostrar su descontento si la Consejería sigue con sus planes.
Consciente de la oposición que esta medida genera entre el profesorado, Lombó ha mandado un mensaje de “agradecimiento inmenso a todo el cuerpo docente” y les ha pedido “comprensión”. “Sé que los docentes viven este curso con mucha más tensión, porque continúan con la docencia al tiempo que vigilan el cumplimiento de las medidas en las aulas y acompañan emocionalmente al alumnado, y contaban con ese descanso”, ha dicho la consejera, para quien, sin embargo, “es necesario adoptar todas las medidas necesarias, tanto individual como colectivamente, para bajar ya el nivel de contagios”.
“Absurdo, incoherente y carente de racionalidad”
En un duro comunicado, las organizaciones sindicales presentes en la Mesa Sectorial de Educación Pública de Cantabria -STEC, ANPE, TU, CCOO y UGT- han asegurado que “no van a tolerar este atropello perpetrado por Marina Lombó” y han anunciado que “tomarán todas las medidas oportunas para cambiar esta decisión absurda, fruto de una Consejería carente de todo proyecto educativo, planificación o visión de futuro”.
“Pasado el estupor inicial provocado por la, probablemente, propuesta más absurda jamás planteada por un consejero o consejera de Educación, los representantes sindicales hemos intentado hacer recapacitar a la consejera, haciéndola ver que no se puede modificar un calendario y una planificación escolar con dos días de antelación, que se está perjudicando a los alumnos y a sus familias, y que esta medida no tiene sentido alguno”, han señalado en nota de prensa los representantes del profesorado.
A su juicio, Lombó “tampoco ha querido ver” que en un contexto en el que las comunidades limítrofes han decretado cierres perimetrales, han reducido la movilidad y han tomado otras medidas restrictivas, “la Consejería de Educación de Cantabria decide unilateralmente que la mejor medida es que casi 100.000 alumnos que deberían estar descansando esta semana con sus familias, se dediquen a moverse por toda la comunidad autónoma”. Además, “parece deslizar la idea de que los alumnos están más seguros en los centros escolares que con sus familias”, han subrayado en su comunicado.
Según los sindicatos, “de nada ha servido” su oposición ya que la consejera regionalista “ha argumentado que el actual estado de alarma permite tomar este tipo de decisiones” y por ese motivo “se ha informado” a las organizaciones sindicales de la decisión tomada. “Por si fuera poco, se está saltando la ley al cambiar el calendario escolar, que emana de una Orden, sin el informe previo y favorable del Consejo Escolar, y sin contar con la Mesa Sectorial de Educación”, han recalcado. Para los representantes sindicales, con “esta actitud intransigente y casi dictatorial, la consejera de Educación está faltando al respeto a docentes, alumnos, familias y a toda la sociedad en general”.
“No se puede jugar de esta manera con la sociedad. Muchas familias han organizado sus vidas en función del calendario escolar, y de esta forma sorpresiva, sin previo aviso, la consejera, unilateralmente, decide reorganizar la vida de toda Cantabria, en base a unos supuestos argumentos y datos sanitarios que no se sostienen desde ningún punto de vista, y carentes de cualquier razonamiento pedagógico”. De esta forma, han denunciado que la Consejería de Educación “estará tomando la decisión más absurda, incoherente y carente de toda racionalidad jamás tomada en el ámbito educativo de Cantabria”. Por este motivo, han convocado una concentración de protesta ante la Consejería de Educación en Santander, respetando todas las medidas de seguridad, el próximo 30 de octubre a las cinco y media de la tarde.
Dos aulas cerradas más
En plena polémica por las vacaciones escolares, Cantabria ha cerrado en las últimas horas otras dos aulas más de Infantil y Primaria por casos detectados de COVID-19 y ha establecido cuarentenas preventivas para alumnos de tres centros de Secundaria.
Así, según los datos facilitados este miércoles por la Consejería de Educación, los nuevos cierres se han producido en aulas del colegio Cervantes de Torrelavega y Antonio Mendoza de Santander, por positivos de alumnos. De esta manera, en el ciclo de Infantil y Primaria son 36 las aulas en cuarentena de un total de 2.654, lo que supone el 1,35 por ciento.
En el segundo ciclo educativo, las nuevas cuarentenas se han decretado en el IES Cantabria de Santander, para seis alumnos; en el María Inmaculada de Santander, para dos alumnos; y en el IES La Granja de Heras (Medio Cudeyo), para otros dos.
De días anteriores se mantienen las cuarentenas en la ESO en los Sagrados Corazones de Torrelavega, Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús de Ceceñas, de Medio Cudeyo, en todos los niveles; La Paz de Torrelavega, en ESO y Bachillerato; y en un aula de IES 8 de Marzo de Castro Urdiales.