Cantabria se ha quedado como una isla entre comunidades que han decidido autoconfinarse por la incidencia de la COVID-19 en sus territorios. Y es que este lunes, Asturias y Euskadi han tomado la decisión de cerrar sus fronteras, y Castilla y León, que cuenta con varios municipios confinados, no ha descartado hacerlo si sus datos siguen empeorando.
El estado de alarma decretado este domingo permite a cada autonomía decidir sobre la movilidad interna entre municipios y sobre un posible cierre perimetral para frenar la expansión de la pandemia, una medida que varias comunidades han tomado de manera inminente.
No ha sido el caso de Cantabria, región que en este momento mantiene sus fronteras abiertas puesto que el Gobierno PRC-PSOE no ha establecido el cierre de las mismas entre sus restricciones aprobadas este lunes en un BOC extraordinario.
Cuestionado por este asunto durante la rueda de prensa posterior a la conferencia de presidentes, el líder del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla (PRC), no ha planteado esa posibilidad, sino que ha abogado por consensuar las medidas entre comunidades limítrofes para que sean similares.
Las declaraciones se han producido antes de que tanto Asturias como Euskadi hayan anunciado sus respectivos confinamientos, pero Revilla no ha barajado ese escenario, simplemente ha esperado que se tomen “medidas parecidas”, haciendo especial hincapié en Euskadi, territorio con el que existe “un flujo mayor” de personas.
Y es que Revilla, que ha dicho que el domingo mantuvo un intercambio de mensajes con el lehendakari, Íñigo Urkullu (PNV), sobre el toque de queda, ha explicado que no tendría sentido que ambos territorios establecieran horarios de cierre de movilidad nocturna diferentes porque podría provocar que la ciudadanía decidiera desplazarse de forma masiva al lugar con el horario más permisivo a pasar el fin de semana.
No obstante, con la frontera entre Bizkaia y Cantabria cerrada por el Gobierno de Urkullu, este escenario que ha descrito el líder regionalista no podrá producirse, y queda esperar si Revilla toma una decisión similar a la de su homólogo vasco en las próximas horas respecto a la movilidad entre otros territorios.