La gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, ha señalado que la decisión de abandonar el uso de mascarillas en la calle se tomará en base a lo que recomienden los expertos, pero ha defendido que “no podemos arriesgar” ni “adelantar decisiones” que puedan suponer “un paso atrás” en la tendencia de descenso de la pandemia, “como está pasando en algún otro país”.
Así lo ha dicho este miércoles a preguntas de los medios sobre la postura de Cantabria, que se atendrá a “lo que digan” el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y la Comisión de Salud Pública, que finalmente no abordó el asunto en su reunión de ayer como se esperaba.
“La decisión que se tiene que tomar es la que los expertos manifiesten como la mejor. Todos estamos deseando quitarnos la mascarilla y más ahora cuando llega el calor, pero habrá que esperar a que nos digan cómo y en qué circunstancias para que sea seguro”, ha sostenido la directora del SCS, destacando que “hemos invertido demasiado esfuerzo, los procesionales sanitarios están agotados” y en estos momentos “toda la población está mirando con ilusión el efecto que la vacunación” está produciendo en los datos de Covid.
Gómez ha dicho que “personalmente no tiene una opinión”, sino que se va a “plegar” a lo que marquen los expertos, pero ha incidido en que “ahora mismo todavía seguimos teniendo Covid” y la situación no es como la de hace un año, después del confinamiento, cuando Cantabria estaba “prácticamente sin ingresos” y con “muy pocos casos”.
Por ello, ha insistido en que “no nos podemos olvidar de que el Covid todavía está ahí, que hay variantes que están complicando la situación, que hay pacientes en UCI, ahora pacientes jóvenes, y que tenemos que ser responsables”.