Cantabria no está logrando contener la expansión de la COVID-19. La comunidad ha detectado en las últimas horas 293 positivos nuevos, lo que se traduce en una incidencia acumulada a 14 días que roza los 700 casos por cada 100.000 habitantes, en concreto 699, once puntos más que hace 24 horas. Además, ese mismo indicador a siete días también ha crecido, pasando de 375 a 382 contagios.
La situación empieza a ser delicada también entre los mayores de 65 años, grupo de edad más vulnerable, puesto que su incidencia a 14 días se acerca a los 200 casos (197), y a siete días supera los 100 (114). No obstante, Cantabria no ha lamentado este domingo ningún fallecido por coronavirus, por lo que la cifra total desde el inicio de la pandemia se mantiene en 580. Así todo, el porcentaje de positividad de las pruebas de detección de la COVID-19 sigue aumentando, y ya está por encima del 17%.
Por otro lado, si algo caracterizaba a esta nueva ola es que, pese al gran número de contagios, la hospitalización, gracias a la campaña de vacunación, era baja, una realidad que lleva días cambiando. Y es que actualmente son 112 las personas ingresadas en la comunidad, 12 más que el sábado, de las cuales 19 se encuentran en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), dos más. Como consecuencia de ello, la ocupación de camas convencionales es del 9,1% y de camas UCI del 18,1%.
Con estos datos, la comunidad consolida el nivel 3 de alerta sanitaria, a falta de que este martes se actualice de nuevo el semáforo COVID por municipios y determine si se aplican restricciones más duras en algunos de ellos.
En lo que respecta a la campaña de vacunación, son a día de hoy 382.337 las personas cántabras que han recibido al menos una dosis, el 65,6% de la población total y el 76,3% de la población diana. Por su parte, son 328.474 los inmunizados con pauta completa, el 53,3% de la población total y el 65,5% de la población diana.