Cantabria ha decidido poner fin a la exigencia del pasaporte COVID en los locales de hostelería y ocio en los que se permite el consumo de comida o bebida. La Consejería de Sanidad ha optado por no prorrogar la vigencia del certificado 40 días después de su implantación tras el aval judicial.
El consejero del área, Miguel Rodríguez, ha explicado que este “ya no cumple con el objetivo” debido a que no disminuye la transmisión con la variante ómicron en interiores, que es más contagiosa y esquiva mejor el sistema inmunitario.
Según ha detallado el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, desde que entró en vigor esta norma, la comunidad ha realizado 5.700 primo vacunaciones, excluyendo las de los niños, que podrían haber sido impulsadas por el certificado o por “miedo” a la sexta ola. No obstante, ese “efecto motivador” está cumplido y en las últimas semanas el número ha ido disminuyendo, con lo que la región no ve “suficientemente justificado” mantener su aplicación.
Así pues, desde este martes ya no sería obligatorio el pasaporte COVID para acceder a los establecimientos en los que esté permitido el consumo de comida o bebida.