La Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha formulado declaración de impacto ambiental favorable del proyecto de estabilización del sistema de playas Magdalena-Peligros, en Santander, al concluir que quedarán “adecuadamente protegidos” el medio ambiente y los recursos naturales con la alternativa propuesta, consistente en la construcción de espigones de escollera para que se genere una superficie de arena seca similar o superior a la existente, sin necesidad de las actuales aportaciones periódicas que compensen la pérdida continua de arena por erosión.
No obstante, la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, promotora del proyecto, reconoce que los nuevos espigones resultarán “muy llamativos paisajísticamente”.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha publicado la citada resolución este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y con ello da luz verde a un proyecto que prevé el diseño de dos playas independientes de suficiente anchura de playa seca, mediante la construcción de diversas estructuras.
El sistema de playas se localiza en el municipio de Santander, en la bocana de la bahía de su nombre e incluye las playas de Los Peligros, La Magdalena y Los Bikinis, cuya longitud es de 200, 900 y 250 metros, respectivamente. La anchura del sistema oscila entre los 70 metros (Los Peligros) y los 30 metros (La Magdalena y Los Bikinis). En la zona de proyecto existe un espigón (Los Bikinis y la Magdalena) y restos de un pantalán (frente balneario de La Magdalena).
Para la estabilización se construirá un espigón en La Magdalena, frente al balneario del mismo nombre, con dos alineaciones. La primera se situará sobre los restos del pantalán, tendrá una longitud de 130 metros, con un manto principal de dos capas de escollera, que se apoyan sobre un cordón trapezoidal. La segunda corona a la misma cota que la primera, con una longitud de 65 metros, también con un manto principal formado por dos capas de escollera.
También se construirán los espigones de San Martín, adyacentes al Promontorio de San Martín. Serán dos, uno exterior que inicialmente sigue la alineación del muelle del Promontorio, y
otro perpendicular a la dirección del flujo medio de energía (FME) del oleaje que contiene lateralmente la playa. Se dragará la zona entre los dos espigones, rellenándose después, consiguiéndose una superficie adicional de unos 2.450 metros cuadrados.
Habrá un dique sumergido en Peligros, que arrancará en el punto de unión de los dos espigones de San Martín, con una longitud de 75 metros. Su finalidad es contener la planta de la playa, generando poco impacto visual y no interfiriendo en el canal de navegación. Se balizará por seguridad.
Según el EsIA, para la configuración de equilibrio final de la playa Pantalán-Bikinis se necesitarían unos 48.000 metros cúbicos de arena, mientras que en la playa Peligros-Pantalán hay un excedente aproximadamente de 20.000 metros cúbicos, por lo que el
proyecto requiere extraer unos 28.000 metros cúbicos de arena de la zona situada frente al Promontorio de San Martín, de donde se obtiene el material para las regeneraciones periódicas que se
hacen actualmente.
Una vez efectuados los cálculos de cierre del proyecto la playa de Pantalán-Bikinis necesitará 52.510 metros cúbicos, 25.449 de ellos se obtendrán de la playa Peligros-Pantalán y 27.061 del dragado submarino.
AFECCIONES
El proyecto afectará al Lugar de Interés Comunitario (LIC) de las Dunas del Puntal y Estuario del Miera. El promotor considera que el movimiento de los fondos marinos movilizará partículas muy finas y sustancias depositadas en el lecho marino con posibilidad de llegar, entre otros lugares, a las dunas del Puntal en su margen este, por lo que podrían afectar a la fauna bentónica y a la que vive enterrada pero con efectos poco significativos. No obstante, considera que la playa del Puntal ejercerá un efecto laminador de las comunidades terrestres.
En cuanto a la afección de las nuevas estructuras sobre el paisaje, el promotor indica que los espigones serán visibles de manera continua desde el entorno de la playa y resultarán “muy llamativos paisajísticamente”, “aunque de cuenca visual muy reducida”.
En el informe de respuesta a las alegaciones afirma que el espigón de La Magdalena, una vez comience a realizar la función
esperada y se acumule arena en el mismo, quedará en parte cubierto, por lo que se amortiguará el impacto paisajístico.
También se proponen taludes más tendidos, cuidar la limpieza durante las obras y al final de las mismas proceder a una limpieza global y a la restauración de aquellos elementos que hayan podido resultar afectados indirectamente.
CONDICIONES
Con carácter previo a la ejecución del proyecto, el promotor deberá diseñar un programa de vigilancia ambiental completo, para la fase de obra y para la fase de explotación.
En relación a esta última, el programa de vigilancia ambiental
diseñará el seguimiento que se deberá llevar a cabo en la zona de extracción y en la zona de El Puntal para comprobar su evolución geomorfológica.