La Policía Nacional de Cantabria ha detenido al propietario de un establecimiento hostelero de Comillas, un hombre de 67 años, por emplear a trabajadores en situación irregular, a los que además tenía trabajando sin ningún marco legal y trataba de forma vejatoria.
Inicialmente, los agentes detuvieron a este hostelero por otro delito, en concreto por el allanamiento de morada de uno de sus exempleados en una vivienda en Torrelavega y procedieron ya a imputarle los delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores por los que se le estaba investigando en la denominada 'Operación Colomillas'.
El hostelero, que ya había sido sancionado en anteriores ocasiones por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Cantabria por hechos similares, “habría favorecido repetidamente el tráfico irregular de personas, bien haciéndoles promesas en su país de origen (normalmente Colombia) o a familias de inmigrantes que se encontraban ya en España en situación de vulnerabilidad”.
Así lo señala la Policía Nacional en un comunicado en el que ha detallado que la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, encargada de los hechos delictivos contra la trata de personas, puso al detenido a disposición judicial y quedó en libertad con cargos. La Policía Nacional le investigaba, junto con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Cantabria, por promover la inmigración ilegal pero no le detuvieron por estos hechos hasta que, por “casualidad”, el pasado 9 de octubre se le detuvo en Torrelavega como presunto autor de un delito de allanamiento de morada hacia un exempleado suyo.
Una vez en dependencias policiales, los agentes constataron que se trataba del dueño del establecimiento hostelero investigado en la 'Operación Colomillas', por lo que se procedió también a imputarle cargos como presunto autor de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal y otro contra los derechos de los trabajadores.