Ecologistas en Acción ha exigido al Gobierno de Cantabria que prohíba el uso del herbicida glifosato debido a los riesgos que conlleva para la salud humana y la biodiversidad, y reclama “volver a técnicas tradicionales de carácter manual, mucho más eficaces e inofensivas”.
El colectivo ecologista señala que tanto la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como la Organización Mundial de la Salud han confirmado que el glisofato, que se utiliza para eliminar hierbas y arbustos, es “probablemente cancerígeno” para los seres humanos.
A este respecto, apuntan que la compañía Monsanto-Bayer acaba de ser sentenciada en Estados Unidos a pagar 300 millones de dólares a un jardinero debido al cáncer terminal que sufre tras utilizar herbicidas de la marca que contienen glisofato.
En concreto, la denuncia de Ecologistas en Acción se dirige a las Consejerías de Sanidad y Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, así como a la Federación de Municipios de Cantabria para que prohíban su uso “aplicando el principio de precaución y prevención, como ya vienen haciendo distintos ayuntamientos en España”, señalan.
Además, a través de un comunicado de prensa, insta al Ejecutivo cántabro a realizar “estudios exhaustivos” sobre la salud humana y los ecosistemas afectados en las áreas más expuestas a la presencia y utilización del “peligroso herbicida”.
Igualmente, considera que esta prohibición debería de extenderse a otros plaguicidas como el clorpirifos y apunta que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición encontró “hasta 49 agroquímicos” que se utilizan en diversas explotaciones frutícolas y que están relacionados con el “aumento del riesgo” de fallecer por enfermedades como el cáncer, la leucemia, el Alzheimer, el asma o por alteraciones en el sistema endocrino.
Al mismo tiempo, la organización ecologista ha advertido de los “impactos tóxicos” que tienen los agroquímicos en entornos como el Parque Natural de Oyambre, la Reserva de las Marismas de Santoña y Noja, y otros espacios protegidos “al degradarse las condiciones de vida de los seres vivos, la calidad de las aguas y los suelos”.
Tras destacar que se trata de una “preocupación” compartida con ganadores y agricultores, Ecologistas en Acción propone, además del “boicot” a las distribuidoras del glifosato, “volver a técnicas tradicionales de carácter manual, mucho más eficaces e inofensivas para personas, animales, plantas, aire, suelos y agua”, así como “dosificar de manera extrema” las fumigaciones terrestres ante su “uso abusivo” en linderos, cunetas o márgenes de arroyos.