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FAPA cree que la nueva ley del juego debería ser más restrictiva en las distancias entre locales

Europa Press

12 de abril de 2022 12:53 h

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La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) considera que la nueva ley del juego que se está tramitando en Cantabria es aún “insuficiente” en alguna de las limitaciones que impone al sector, como son las relativas a la concentración y distancias entre locales o la publicidad, que, en su opinión, deberían ser aún más restrictivas.

Y es que para FAPA se debería caminar en Cantabria hacia una “reducción paulatina” de este tipo de negocios porque, a su juicio, “Santander y Torrelavega están saturados”. Así, lo ha apuntado este martes su presidente, José Manuel Torre, que ha comparecido en comisión parlamentaria para expresar la opinión de FAPA --y en este caso también de CONCAPA-- sobre esta ley que se está tramitando en el Parlamento y que, a su juicio, llega “tarde” cuando hay ya una “gran proliferación” de salas de juego.

Junto a él ha comparecido el presidente de la Asociación de Vecinos de Cazoña, Luis Ángel Huerta, que también cree que esta norma, que viene a sustituir a la aprobada en 2006, llega “tarde” y, aunque ve en ella algunos “aciertos”, como las medidas para prevenir el juego patológico o la limitación en la publicidad del sector al menos en algunos ámbitos, considera que hay medidas que se quedan “cortas”.

En su opinión, así ocurre en todo aquello que tiene que ver con las medidas encaminadas a evitar el crecimiento del sector y cree que las distancias que se establecen para evitar concentraciones excesivas de este tipo de locales deberían ser “más restrictivas”.

En el proyecto de ley remitido por el Gobierno al Parlamento del Cantabria para su tramitación se entiende que existe concentración excesiva en aquellos municipios en los que exista más de un establecimiento de juego por cada 4.000 habitantes, salvo en el caso de Santander donde se consideraría que esto se da si hay uno por cada 7.000.

También FAPA y la Asociación de Vecinos de Cazoña cree que debería ampliarse la distancia mínima que, según este proyecto de ley, debe haber entre locales de juego y desde éstos a centros educativos, unidades de salud mental y centros de atención a ludopatías. La norma fija esta distancia mínima en 500 metros y estos dos colectivos creen que debería de ser mayor, incluso el doble.

Además, desde FAPA también se ha censurado que en la norma se “flexibilice” la posibilidad del establecimiento de cambiar de ubicación y también que en ella se suprima la posibilidad que hay en la ley en vigor de que los ayuntamientos puedan aplicar medidas más restrictivas.

Ambos colectivos han aplaudido el incremento del número de inspectores y que en la norma se amplíen las sanciones para los locales infractores y han pedido que no se atienda la petición hecha por el sector de rebajarlas. “Si cumplen la ley no deberían preocuparse”, ha afirmado el presidente de la Asociación de Vecinos de Cazoña.

Tampoco se han mostrado de acuerdo con otra de las propuestas que representantes del sector del juego realizaron en su comparecencia sobre la norma, como la idea de sancionar a los menores que intenten colarse en las salas utilizando para ello el fraude, como, por ejemplo, acceder con un documento de identidad falsificado.

Para estos dos colectivos, sancionar a los menores no es la solución y creen que hay otras formas de informar a las familias de lo que han hecho sus hijos que con una multa.

También FAPA y la Asociación de Vecinos de Cazoña han censurado que se deje en manos del sector el desarrollo de programas de prevención sobre el juego en los centros escolares y han criticado que las instituciones lo apoyen.

Así por ejemplo han criticado el denominado proyecto FES (Formación, Educación y Sensibilización) que está promovido por el sector del juego y que ha comenzado a desarrollarse en centros de Cantabria y de otras comunidades autónomas.

Para FAPA y la asociación vecinal “la prevención no puede venir de manos de los empresarios del juego” ya que el sector plantea que esta práctica puede ser algo “sostenible” cuando a su juicio siempre es “dañina”.

A su juicio, el proyecto FES, que tiene entre sus embajadores al exjugador de waterpolo y presentador Pedro García Aguado “diluye” el problema del juego entre otros, como el del excesivo o inadecuado uso de internet. Además, consideran que hay otro tipo de colectivos con larga trayectoria de lucha contra las adicciones que resultan más adecuados para impartir este tipo de acciones de prevención en los colegios.