CCOO denuncia que la Universidad de Cantabria ha perdido en los últimos diez años una “gran cantidad” de docentes
La Sección Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Universidad de Cantabria (UC) ha denunciado que la institución académica ha perdido en los últimos diez años una “gran cantidad” de docentes y apunta a una “desfuncionarización persistente” y la “ausencia de una política de estabilización concreta”, con la pérdida de 98 docentes, por lo que ha solicitado al próximo equipo rector que salga del proceso electoral del 14 de enero que “dé estabilidad y ponga fin a la incertidumbre laboral” del personal docente.
Así se desprende de los dos informes que el sindicato ha elaborado sobre la evolución y situación del personal docente de la UC desde 2014 y hasta la actualidad, tanto temporal como permanente, y que ha dado a conocer este jueves en nota de prensa.
En el primer informe, centrado en el personal permanente, se apunta a la pérdida de Personal Docente e Investigador (PDI). En este sentido, señala que esta plantilla ha sufrido en los últimos 10 años un proceso de “desfuncionarización” persistente.
Al respecto, el delegado de CCOO en la UC, Diego García, ha incidido en que en los años que lleva Ángel Pazos como rector --desde 2016-- se está dando el mismo servicio, pero con una “considerable” reducción en el número de docentes, ya sean catedráticos, profesores titulares, permanentes, contratados doctores o temporales. De esta forma, y “por poner una cifra”, en diez años “hemos perdido a 98 funcionarios, lo que supone una reducción del 17,68 por ciento”, ha afirmado.
En cuanto al segundo informe de CCOO, sobre el colectivo docente temporal, pone sobre la mesa que la situación del profesorado ayudante doctor (PADs) ha empeorado por la “ausencia de una política de estabilización concreta” por parte del ahora saliente equipo rectoral, que “no ha tenido en cuenta que se trata del colectivo docente más precario de la UC, con bajos salarios y una constante incertidumbre laboral”.
Tras el análisis de 40 universidades, el sindicalista ha recalcado que se concluye que la figura del profesor ayudante doctor en la UC lidera el ranking “de los peores pagados de toda España”, ocupando el puesto 35; que la edad media del personal que ocupa las plazas temporales ha aumentado casi cuatro años, de 35,2 en 2015 a los 39,2 de 2024; o que, dando el mismo servicio, se ha recortado “considerablemente” el número de docentes, tanto permanentes como temporales.
“El análisis que hemos hecho de la evolución de la plantilla del profesorado temporal a tiempo completo en la UC, el profesorado ayudante doctor, que son las plazas que dan acceso a la carrera académica, no deja lugar a dudas”, ha subrayado García y ha apuntado a que la edad media ha subido, lo que significa que “las condiciones han empeorado porque se estabiliza más tarde, es decir, la gente entra más tarde a las plazas con contrato permanente”.
Además, a esto une que estos profesores temporales “cobran menos que en otras universidades españolas, más de 4.000 euros por debajo de la media de todas ellas, siendo de las plantillas peores pagadas”.
Para García, “aunque el número de plazas disponibles ha ido creciendo al aumentar tasa de reposición, la estabilización del profesorado ayudante doctor, y la promoción del profesorado estable, se han ido retrasando cada vez más”.
Así, “sin ir más lejos”, ha criticado que en 2024 el actual equipo rectoral se ha negado a sacar las plazas de la Oferta de Empleo Público (OEP), “sin justificación aparente más allá del ahorro económico al retrasar las promociones a plazas estables, o a catedrático”.
Por todo ello, desde la Sección Sindical de CCOO en la UC se ha instado al nuevo equipo rectoral que salga de las urnas en las próximas elecciones a “cambiar radicalmente la política de profesorado para implementar una que dé estabilidad y ponga fin a la incertidumbre laboral, especialmente la de los más vulnerables”.
“Consideramos que solamente es una cuestión de voluntad y que instaurar una política de estabilización para el personal temporal conseguiría evitar la fuga de cerebros, es decir, el exilio de mucho personal docente a otras universidades españolas donde las condiciones laborales y salariales son más atractivas”, ha concluido García.
0