El expresidente del Gobierno Felipe González cree que España solo podrá salir de la crisis “empujando y trabajando” entre todos porque no habrá “ningún milagrero, ni de un signo ni de otro, que vaya a resolver el problema”. Por ello, ve “importante y urgente” a que las “fuerzas políticas centrales” del país pongan fin al “guirigay” de “insultos” en el Congreso y “se entiendan” en los principales problemas y lleguen a “acuerdos de Estado”.
Uno de estos “acuerdos de Estado” debe ser, a su juicio, adoptar un “pacto de rentas” que contribuya a repartir equitativamente las “cargas” del “golpetazo doble” que supuso, primero, la crisis de 2008 y, ahora, las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania. González ve posible alcanzar este acuerdo si las partes ceden y ha avisado de que “cada día que perdamos” para llegar a ese pacto de rentas “más se acerca la llegada del ajustador, que nos ajustará”.
También cree que España que debe resolver su déficit estructural por la falta de ingresos suficientes para sostener la “velocidad de crucero de sus gastos”. “En la estructura de nuestros ingresos falta un 5,5% de ingresos”, ha dicho el expresidente, que considera que eso habrá que “arreglarlo en algún momento” ya que, de lo contrario, la deuda crecerá. Así lo ha avisado este martes en Santander Felipe González, que esta mañana ha abierto las 'Conversaciones con los expresidentes del Gobierno' organizadas por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) para hablar de 'España en el mundo ante el futuro'.
En el diálogo que, dentro de esta actividad ha mantenido con el presidente del Real Instituto Elcano, José Juan Ruiz, González, “a contracorriente del pesimismo dominante”, mantiene el “optimismo” sobre la capacidad de España para afrontar las actuales “dificultades” a nivel global y salir adelante y considera que, para ello, cuenta con “más instrumentos que otras muchas veces”. Sin embargo, ha insistido en que solo podrá lograrlo, si se hace “entre todos”.
España en el mundo y sus prioridades
En su intervención, González ha tocado multitud de asuntos, como la contienda de Ucrania y la figura de Vladimir Putin; la democracia y los populismos; la “hiperglobalización” y los “desequilibrios” que ha generado la “interdependencia creciente” entre países, que ahora se aprecian, según ha dicho con la guerra; el papel de España en la UE, la OTAN y en Latinoamérica, y las prioridades que debe tener, e incluso las redes sociales y, como él las ha denominado, “la prisión del sí me gusta”. Sobre la posición en el mundo de España, González ha señalado que se trata de una “potencia de tipo medio”, “no tan pequeña como para no tenerla en cuenta ni tan grande como para causar temores a nadie”; “relevante para lo que nos importa”, y que tiene que definir “claramente cuáles son sus ”prioridades“, que están --ha dicho-- en Europa, en América Latina y en el Mediterráneo. ”Nosotros formamos parte de un club que es Europa; de otro club atlántico, que es la OTAN, y tenemos relaciones especiales de vínculos más estrechos, muchas veces por proximidad, como el Mediterráneo, y otras por identidad, con América Latina“, ha resumido.
Defensa del flanco sur y gasto en defensa
Respecto al Mediterráneo, ha subrayado la necesidad de cubrir “en serio” la vigilancia de ese flanco sur de la OTAN, en el que, según González, Marruecos “no está en capacidad de controlar su frontera” y Mauritania tampoco. “¿Por qué no se triangula esa cooperación en serio y no solo se piensa en el escudo antimisibles que mira al Mediterráneo oriental, que está muy bien, pero no es nuestra prioridad”, se ha preguntado.
Y también se ha referido al debate abierto sobre la necesidad de incrementar o no el gasto en defensa que tan en debate está en este momento. “Los que quieren que haya menos gasto en defensa, cosa que puedo entender, al mismo tiempo quieren que haya más autonomía respecto de Estados Unidos, cosa que no puedo entender”, ha señalado. “Si yo tengo un ataque extemporáneo de bondad universal y le declaro la paz al mundo, si alguien me molesta reclamaré al maestro armero por no haber sido previsor, porque no quiero que nadie me moleste”, ha advertido.
La guerra en Ucrania y el cambio de la gobernanza mundial
Y respecto a los efectos de la guerra en Ucrania, González cree que ésta ha demostrado la consecuencias de la “hiperglobalización” actual y de los “desequilibrios” que ha generado la “interdependencia creciente” de los países, que ha llevado al desplazamiento de multitud actividades hacia determinadas partes del mundo, generando, ahora, con la contienda problemas para el suministro. Y es que, según ha dicho, la guerra de Ucrania demuestra, aunque “a toro pasado”, que “no fue un acierto” crear una interdependia con Putin“ en cuestiones como el gas o el petróleo.
En este sentido, ha señalado que mientras que para los gobernantes de países como Alemania o Francia, las “consecuencias en términos de inflación son muy importantes desde el punto de vista del destino político, pero para Putin son menos importantes”. “Putin puede aguantar no sé cuántas sanciones, es muy difícil que la oligarquía tiemble”, ha opinado.
En esta misma línea y respecto a las sanciones a Rusia, González ve un “simplificación” y una “verdadera tontería” que las autoridades europeas piensen que con el dinero que se le “trinque” a los oligarcas rusos se podrá reconstruir Ucrania. “Si hace faltan 700.000 millones de euros para reconstruir Ucrania, imaginemos, desde luego no va a salir de 20 oligarcas. Les aseguro que no, con lo que el planteamiento tiene que ser otro”, ha opinado.
González cree que, con lo ocurrido en Ucrania, se va a ir “hacia otro tipo de gobernanza” y, en ese sentido, cree que Europa, y principalmente España, debe mirar a América Latina, que, a su juicio, va a jugar un papel trascendental. Y es que, en su opinión, “una parte de la cadena de suministro que le falta” a Europa “va a estar en América Latina”. Por ello, considera que es “difícil de creer· que no se firme un acuerdo birregional con Mercosur cuando, a su juicio, ”las economías son absolutamente complemetarias“. Y ha advertido que China también va a estar compitiendo en ese escenario, con lo que los países de Latinomérica tendrán que ”medir bien sus intereses“.
Defensa de la democracia
Por otra parte, González ha hecho, en el actual contexto que se está viviendo, una defensa del sistema democracia, en el que, según ha dicho, “algunos han perdido fe”. “Sería bueno que recuperarán pronto la fe, antes de que echen de menos el sistema democrático porque lo han perdido, cosa que ocurre con mayor frecuencia de la que se puede imaginar”, ha advertido. González ha reconocido que la democracia “no garantiza el buen gobierno”, pero sí da la capacidad de “echar al gobierno que no nos guste”.