La Fundación Oso Pardo (FOP) ha solicitado una reunión de la Mesa del Oso de Cantabria, tras la aprobación por unanimidad en el Parlamento autonómico de una Proposición No de Ley (PNL) reclamando medidas para mantener a los osos alejados de los núcleos habitados, ya que considera urgente consensuar con el territorio un plan de acción para la coexistencia, en la línea de las acciones desarrolladas en el occidente de la Cordillera Cantábrica.
Según la FOP, la comunidad “va con retraso” respecto a Asturias y Castilla y León en prevenir el acercamiento de los osos a los pueblos y sus entornos, lo que a su juicio es “vital para asegurar la coexistencia con esta especie emblemática de las montañas cantábricas”.
En un comunicado, la fundación “aplaude” la PNL y afirma que entiende y comparte la preocupación de los vecinos de Liébana, donde este verano se han vuelto a detectar osos buscando fruta cerca de las casas.
También recuerda que en los últimos años, la FOP remitió al Gobierno de Cantabria tres informes sobre este problema en los que reclamaba la adopción de medidas preventivas en el entorno de los pueblos, una petición que no fue atendida por el anterior Ejecutivo.
Para la FOP, es urgente trasladar a Cantabria las acciones que ya se están realizando en el occidente de la Cordillera Cantábrica. Allí, los nueve ayuntamientos con mayor población de la especie (seis en el suroccidente asturiano y tres en el Alto Sil leonés) están liderando un proyecto para evitar la entrada de los osos en los pueblos y mitigar los posibles conflictos con la especie: el LIFE 'Coexistencia entre humanos y osos', coordinado por la FOP y con participación de las administraciones autonómicas.
La fundación ha defendido que un plan de acción para la coexistencia con el oso en Cantabria debería trabajar en tres líneas principales, siempre consensuadas con los habitantes del territorio, que son la disuasión, captura y radioseguimiento de ejemplares, que permite actuar con rapidez para aplicar medidas de condicionamiento negativo (por ejemplo, disparar pelotas de goma) en caso de que reincidan en sus comportamientos; medidas preventivas y acciones en el hábitat, como desbroces en los caminos frecuentados por los vecinos y en perímetros alrededor de los pueblos, o plantaciones de frutales para el oso alejadas de los pueblos; y campañas informativas en el territorio.
Asociado a estas acciones, la FOP opina que se debe continuar con el pago ágil de los daños que causen los osos en apicultura, frutales y ganadería, y al tiempo establecer líneas de apoyo a las medidas de prevención de esos daños (la FOP ha aportado 212 pastores eléctricos desde el año 2002 a los apicultores de Cantabria para proteger sus colmenares).
Asimismo cree necesario actualizar el Plan de Recuperación del Oso Pardo en Cantabria, aprobado en 1989 y ya obsoleto, priorizando en la revisión los objetivos y las actividades de coexistencia entre humanos y osos.
“Estas acciones en favor de la coexistencia solo funcionarán si son compartidas y consensuadas con las comarcas oseras, como se está haciendo en el occidente cantábrico en el marco del citado proyecto LIFE”, ha subrayado la fundación.
En ese sentido, la FOP considera muy positiva la creación de la Mesa de Coordinación del Oso Pardo en Cantabria, una iniciativa del Gobierno regional que se acordó en julio de este año, y que espera se reúna pronto para consensuar las acciones necesarias para la coexistencia entre los humanos y sus actividades y la población de osos.