El Gobierno de Cantabria ha decidido dar un paso más en su particular guerra con el Ministerio de Transición Ecológica y ha autorizado la caza de diez lobos sin permiso del departamento que dirige Teresa Ribera (PSOE). Así lo ha anunciado este martes el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco (PRC), quien lleva meses especialmente beligerante con el Ejecutivo central por la inclusión del cánido en el lista de especies silvestres protegidas (LESPRE).
En este sentido, el consejero regionalista ha asegurado que el control poblacional se llevará a cabo en los municipios de Polaciones, Tudanca, su entorno y zona limítrofe con la mancomunidad -dos lobos-; en la Hermandad de Campoo de Suso -cuatro-; y en Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y la mancomunidad de Campoo-Cabuérniga, otros cuatro ejemplares más.
Todo ello, según ha señalado, basándose en unos informes jurídicos elaborados por la propia Consejería, pese a que el Ministerio ya tumbó en su día la propuesta de Cantabria de efectuar batidas. Los informes “confirman la competencia autonómica para aprobarlas”, ha asegurado en una rueda de prensa, en la que ha estado acompañado de parte de su equipo y de la totalidad de los representantes del sector ganadero en la comunidad autónoma, portavoces de organizaciones profesionales agrarias, cooperativas y asociaciones de ganado. Blanco ha mantenido una reunión con todos ellos para darles cuenta del acuerdo, que será comunicado al Ministerio el miércoles, una vez se publique la autorización de caza en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).
“Somos soberanos para hacer los controles”, ha sentenciado Blanco, añadiendo que dichas resoluciones también avalan, desde el punto de vista formal, el modelo planteado por la Dirección General de Biodiversidad, que es conforme a derecho“. Y es que la justificación que ha empleado para dar luz verde a estas batidas es la ”importancia y recurrencia“ de los ataques del lobo al ganado y los daños causados.
E incluso ha asegurado que su departamento está trabajando en los diferentes territorios de la región para extender los lugares donde harán falta más resoluciones como la que ahora se aprueba, que, según ha dicho, no afectan “de forma significativa” al estado de conservación de la especie, pese a encontrarse protegida y prohibida su caza desde hace meses.
Cantabria es la primera comunidad de las que se muestran contrarias a la inclusión del lobo en el LESPRE que decide autorizar matanzas por su cuenta, que se llevarán a cabo, según ha remarcado el consejero, por funcionarios de su departamento (agentes de Medio Natural). Y es que según ha subrayado, esta es “la única medida” contra los ataques que se puede aplicar, “más allá de las ayudas establecidas para, por ejemplo, la adquisición de mastines que cuiden y protejan al ganado”. “El lobo no puede crecer exponencialmente”, ha defendido, tras llevar a cabo una enumeración de los ataques que el Gobierno tiene registrados desde que el cánido se convirtió en especie protegida.
En el área de Polaciones y Tudanca, según ha detallado, se han contabilizado 42 ataques a 18 explotaciones, que se han saldado con 44 animales muertos -diecinueve de bovino, trece de ovino y doce equino-. En la de Cabuérniga, Ruente y Los Tojos, 46 ganaderías han perdido 79 cabezas de ganado a causa del cánido -51 de equino, veinte de bovino y ocho de ovino, a las que se suman cuatro heridas: tres de equino y una de bovino-. Y en la Hermandad de Campoo de Suso se han registrado 102 ataques del lobo en 44 explotaciones que han acabado con 108 ejemplares: 65 bovino, 38 equino, cuatro de ovino y una de caprino, más una herida.
“Los ataques tienen mucha importancia y recurrencia, que eran premisas que se necesitaban”, ha concluido el consejero regionalista.
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