La Consejería de Innovación, Industria, Transporte y Comercio de Cantabria destinará 5,8 millones de euros a impulsar la innovación tecnológica y sanitaria, dentro del plan 'Resiste Cantabria' contra la COVID-19.
Lo ha anunciado este miércoles el titular del departamento, Francisco Martín, en un comunicado en el que explica que el objetivo es reforzar y consolidar el entorno de la innovación de las empresas cántabras del sector.
Su consejería tiene previsto invertir más de 53 millones de euros en el Plan 'Resiste Cantabria' para que el sector industrial se refuerce ante la crisis sanitaria que está ocasionado el coronavirus, teniendo en cuenta factores como la irrupción del teletrabajo, el desarrollo de proyectos industriales acorde a las nuevas formas de colaboración e industrialización de los entornos productivos o las nuevas realidades de la digitalización industrial en áreas tan determinantes como la impresión 3D o la Industria 4.0.
Más concretamente, en el apartado de la innovación, Martín ha destacado que el plan tiene que “evaluar nuevas actividades y acciones en torno a las nuevos escenarios productivos y tecnológicos que surgirán en el nuevo orden socioeconómico después de la COVID-19”.
Para eso, el consejero cántabro considera que estas ayudas tienen que servir de “aliciente” a las empresas y a la industria regional para desarrollar nuevos productos y procesos basados en la innovación, y así “poner en marcha nuevas respuestas a los escenarios productivos y tecnológicos que se abrirán a partir de esta crisis sanitaria”.
Un ejemplo del apoyo que se busca con el impulso de estas medidas es, según indica Martín, las nuevas formas de producción y desarrollo de productos, procesos y servicios, vinculados a la industria de la salud que se han mostrado “esenciales” a la hora de afrontar el futuro sociosanitario, así como todas las vertientes relacionadas con el teletrabajo.
Las ayudas contribuirán al apoyo a la industria y a las empresas de la región en el desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios que han mostrado su utilidad de manera “esencial” en la forma de afrontar la crisis.
Entre los objetivos también está reforzar la evolución de proyectos impulsados por la Consejería en ediciones anteriores y que gracias al esfuerzo inversor y de desarrollo de las empresas han mostrado su utilidad en esta crisis, como el desarrollo de EPIs o la fabricación de elementos a través de impresión 3D, dando así respuesta a problemas sanitarios a través de la innovación industrial.
El consejero de Industria reconoce que Cantabria “no podrá evadirse de los golpes que la pandemia está dando a la economía mundial, europea y española”, pero al menos su departamento intentará con todos los recursos disponibles “atenuar en la medida de lo posible” los efectos en la producción y el empleo en los sectores competentes de su Consejería, en ámbitos tan importantes como la colaboración industrial en sectores productivos, la influencia del teletrabajo o la digitalización industrial en todas sus vertientes.
Ayudas a la innovación
La relación de los programas relacionados con la innovación son los denominados INNOVA COVID-19, con un presupuesto de 4 millones de euros, donde además de proyectos en las comarcas del Besaya y Campoo se priorizarán proyectos enmarcados en las líneas sectoriales del RIS3, entre las que se incluyen automoción y la industria de la bioeconomía.
Esta línea de ayudas está orientada a apoyar a las empresas (tanto pymes como grandes) para que desarrollen proyectos que puedan convertirse en una realidad y que generen nuevos productos, servicios y procesos, y así mejoren las capacidades de negocio.
Otra de las ayudas es INNOVA PLUS COVID-19, a la que se destinan 150.000 euros orientadas a promover el desarrollo en materia de I+D+i, al tiempo que se apoya la puesta en marcha de productos y procesos de innovación cercanos al mercado.
El objetivo es ofrecer “soluciones innovadoras” para los nuevos retos del COVID 19 plantea a las empresas y en particular a las pymes para que puedan convertirlos en una realidad empresarial y de mercado, ampliando de esta forma las capacidades de negocio.
El denominado Cheque de Innovación COVID-19 es otra de las medidas del plan. Cuenta con un presupuesto de 500.000 euros y, como novedad, considera prioritario el teletrabajo, fundamentalmente entre autónomos y pymes para satisfacer sus necesidades en materia de innovación tecnológica a raíz de esta crisis.
Finalmente, el programa INDUSTRIA 4.0 COVID-19, con 1,2 millones de euros, prima las propuestas de sectores prioritarios y estratégicos en la nueva realidad industrial centrada en la digitalización.
Esta línea de ayudas se dirige a apoyar a que las empresas desarrollen proyectos de implantación de soluciones en el ámbito de la Industria 4.0, mejorando procesos, productos y modelos de negocio, en áreas como la impresión 3D, la fabricación aditiva, el desarrollo de prototipos industriales, así como las nuevas acciones tecnológicas vinculadas al teletrabajo o los sistemas de realidad virtual y realidad aumentada entre otros.