La industria cántabra, al igual que otros sectores, se está viendo profundamente afectada por la huelga de transportes y las consecuencias de la guerra en Ucrania. Por lo pronto, factorías como Bridgestone en Puente de San Miguel y SEG Automotive en Treto se han visto obligadas a parar su actividad ante la falta de suministros.
La primera señaló en un comunicado este viernes que había logrado mantener la actividad de la planta hasta el momento “gracias a la previsión y acopio de materias primas”, pero que finalmente la prolongación del paro del transporte “hace imposible” que pueda continuar. En principio, el paro de Bridgestone, según la propia compañía, será “el mínimo indispensable para poder retomar la producción” con los suministros necesarios.
Por su parte, SEG manifestó que “se han caído pedidos”, teniendo en cuenta que la fábrica cántabra trabaja “mucho” para Volkswagen y “el 70%” del cableado de la firma viene de Ucrania. Esto se suma al paro del transporte, que ha provocado que actualmente las grandes empresas que no han parado sigan recogiendo los pedidos pero “los autónomos no”.
No obstante, desde la compañía se puntualizó que estas no son las únicas razones que han llevado a la fábrica a frenar su actividad, ya que viene realizando estos paros desde hace alrededor de un año, después de que la Dirección y los trabajadores alcanzaran un acuerdo que incluye una serie de 'jornadas de flexibilidad' para distribuir mientras esté vigente su convenio -hasta 2025-.
Ante esta situación, el Gobierno de Cantabria ha mostrado su preocupación y ha vuelto a reivindicar la adopción de medidas “urgentísimas” por parte de la Unión Europea y el Gobierno de España, sin esperar al día 29, porque el momento es “apremiante”.
“Seguimos con preocupación la situación que están viviendo las empresas de Cantabria por los efectos de la guerra en Ucrania”, dijo el consejero de Industria Javier López Marcano (PRC), reclamando medidas para “topar” el precio de la energía y resolver el problema de abastecimiento de materias primas, a través de “líneas de ayudas y herramientas correctoras que resuelvan el disparate que estamos viviendo de pagar cifras desorbitadas y astronómicas por el megavatio hora”.
“Necesitamos soluciones y las necesitamos ya. Nosotros sabemos que podemos trabajar y estamos trabajando en ello, pero también tenemos voz para reivindicar y presionar como estamos haciendo a través de nuestro presidente, quien en la Conferencia de Presidentes y en todos los foros en los que participa pregona la imperiosa necesidad de esas medidas y decisiones sin que haya que esperar para ello hasta el día 29 como se viene diciendo”, sentenció en una visita a las instalaciones del Grupo FAED (Fundiciones de Aceros Especiales) en el polígono industrial de Requejada.