El concejal de Izquierda Unida en Santander, Miguel Saro, ha presentado una moción para su debate en el Pleno del próximo martes, 31 de mayo, en la que pide que se considere víctimas de terrorismo a los jóvenes del 'Caso Almería', en el que miembros de la Guardia Civil acabaron con la vida de tres personas en el año 1981.
Según ha informado IU, la intención de la moción es mostrar el respeto de la Corporación a los familiares de los santanderinos Luis Montero García y Luis Cobo Mier, así como al almeriense Juan Mañas Morales y solicitar su reconocimiento como víctimas del terrorismo con todos los efectos.
A juicio de Miguel Saro, la legislación actual (Ley 29/2011) impide el reconocimiento como víctimas del terrorismo a “muchas víctimas del terror ejercido por el aparato del Estado”.
Por este motivo, la moción también solicita “instar al Gobierno de la Nación que se constituya tras las elecciones del 26 de junio a que inicie los cambios legislativos necesarios para que todas las víctimas del terrorismo, incluyendo las víctimas de violencia policial, grupos de ultraderecha y grupos parapoliciales, sean reparadas y reciban la consideración y protección que corresponde a su condición de víctimas de actos de terrorismo o violencia política”.
Para redactar la moción, IU se puso en contacto previamente con las familias de las víctimas, buscando su aprobación a la redacción de la misma. Saro se ha mostrado “muy satisfecho” por haber conseguido que la mayoría de los grupos municipales, salvo Ciudadanos, hayan firmado la moción.
35 aniversario
A comienzos de este mes de mayo, eldiario.es Cantabria publicó de la mano del colectivo Desmemoriados un especial del 'Caso Almería' con motivo del 35 aniversario de los asesinatos de los tres jóvenes, que habían partido de Santander con dirección a la provincia andaluza para acudir a la comunión del sobrino de uno de ellos. Durante la madrugada del 9 de mayo fueron arrestados por la Guardia Civil en la localidad de Roquetas de Mar al ser erróneamente reconocidos como militantes de ETA. En un viejo cuartel abandonado fueron torturados y cuando los once guardias civiles que los custodiaban se dieron cuenta del error que habían cometido, los jóvenes fueron calcinados.
El juicio se inició el 14 de junio de 1982, trece meses después, y finalizó el 27 de julio. Solamente fueron procesados tres de los once guardias: el teniente coronel Castillo Quero, que en el momento de los hechos estaba al frente de la Comandancia de Almería y era el mando de la operación; el teniente Gómez Torres y el guardia Fernández Llamas, que además gozaron de una serie de prebendas durante su corta estancia en la cárcel.
“A mi madre le dieron una bolsa con los restos de mi tío. Ahí había un colgante, una prenda de ropa… y luego ya le dieron los restos de mi tío”, explica en una entrevista Lola Liquete Cobo, la sobrina de Luis Cobo Mier, en alusión al hostigamiento, represión y falta de empatía sufridos por los familiares de las víctimas.