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Marta García, como todos los cargos institucionales de Ciudadanos, se comprometió antes de las pasadas elecciones a abandonar sus cargos públicos si cesaba su militancia del partido. Así lo ha dicho la propia dirección autonómica de esta formación en un comunicado en el que anuncia que ha registrado en el Parlamento de Cantabria la expulsión del grupo de esta diputada atendiendo al código ético del partido y al pacto antitransfuguismo.
Ciudadanos lleva días reclamando el acta a García, quien se dio de baja de la formación la pasada semana tras discrepar con el posicionamiento de la dirección nacional sobre la caza del lobo en el Congreso, pero hasta el momento no ha dado señales -no acudió al último Pleno celebrado este lunes- y mantiene el cargo público.
Y es que García manifestó su enfado en redes sociales, pero no ha comparecido ante los medios desde entonces, y Ciudadanos, tras meditar la posibilidad de no expulsarla para conservar el grupo parlamentario, finalmente anunció esta semana que lo llevaría a cabo al tratarse de “una tránsfuga de libro”, según afirmo el líder naranja en la comunidad, Félix Álvarez, quien expresó pocas expectativas de que la que ha sido durante tres años su compañera de siglas, deje el escaño.
Así, este miércoles, el grupo parlamentario naranja ha registrado oficialmente en la Cámara autonómica la expulsión de la diputada tránsfuga, lo que se traduce -si García no entrega el acta- en la disolución del grupo y en la integración de los dos representantes de Ciudadanos -Félix Álvarez y Diego Marañón- en el mixto junto a Vox.
“La decisión se basa en el compromiso de la formación, con los cántabros y españoles, de luchar contra el transfuguismo”, recoge la carta enviada al presidente del parlamento, en la que además se hace referencia al código ético firmado por todos los cargos electos antes de cada cita electoral.
“La carta ética que todos los cargos institucionales de Ciudadanos, incluida la señora Marta García, firmamos antes de cada proceso electoral nos obliga a entregar el acta de diputado en caso de ser expulsado o abandonar de forma voluntaria el partido”, expresa Álvarez, para referirse al punto 16 del citado documento.
El mismo recoge que los representantes de Cs, sean afiliados o independientes, deben “abandonar” el cargo público para el que fue elegido en listas electorales y los demás que pueda ostentar por designación en el supuesto de cese en la militancia en el partido por cualquier causa o si así fuera requerido formalmente por los órganos centrales del partido.
La Mesa del Parlamento se reunirá el próximo lunes para abordar este asunto, fecha tope para que la diputada tránsfuga deje su cargo público, única vía que evitaría la ruptura del grupo parlamentario de Ciudadanos.