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La plantilla de Sonrionansa irá a la huelga el 25 de abril ante el impago de salarios

La plantilla de la empresa de acuicultura Sonrionansa, la antigua Tinamenor, irá a la huelga el próximo 25 de abril ante el “impago de salarios”, ya que se les adeudan tres nóminas de las cuatro correspondientes a este año 2019.

Según informa en un comunicado la Federación de Industria de CCOO, los 60 trabajadores de la piscifactoría decidieron el pasado jueves por unanimidad en asamblea convocar huelga el jueves 25 de abril en los tres turnos de trabajo.

“La plantilla de la piscifactoría ya no puede aguantar más esta situación y, cansada de que la empresa no dé respuesta a su obligación de pagar los salarios de los trabajadores, ha decidido dar un paso más y visibilizar un problema que afecta a sesenta familias y que amenaza nuevamente la situación de la comarca”, ha señalado Santiago Pelayo, secretario de Negociación Colectiva y Empleo de la Federación de Industria de CCOO en Cantabria.

Y es que, ha recordado, “se vuelve a repetir la situación de una piscifactoría que vuelve a maltratar a quienes siguen acudiendo a diario a su puesto de trabajo, conscientes de que se trata de una actividad acuícola importantísima no sólo para el municipio de Val de San Vicente y su comarca, sino que trasciende a toda la geografía regional”

La Federación de Industria de CCOO ha insistido a la Dirección de la Empresa en que es necesario establecer medidas que garanticen que los trabajadores reciban “puntualmente” sus salarios y ha recordado que Sonrionansa se ha beneficiado de “numerosas ayudas públicas desde que se instaló en Cantabria y que, en ningún caso, han repercutido en las condiciones laborales de la plantilla”.

Para Pelayo, “los 60 trabajadores no querían llegar a este extremo pero no les ha quedado otra opción” que ir a la huelga. “Los incumplimientos de Sonrionansa no son nuevos, llevan sufriendo retrasos en el abono de sus nóminas desde el verano de 2017 y la situación se ha vuelto ya dramática”, ha dicho.

Además, ha apuntado que a ello hay que añadir que “en su día todos apostamos por esta empresa, española y con mucha experiencia en el sector, que trajo a Val de San Vicente tecnología pionera que generaba confianza y nos parecía una buena apuesta de futuro para mantener el empleo en la zona”.