El Comité Ejecutivo del PRC ha ratificado este jueves el acuerdo negociado con el PP para facilitar mediante la abstención de los diputados regionalistas la investidura de María José Sáenz de Buruaga como presidenta de Cantabria, que incluye como primera condición el compromiso del futuro de Ejecutivo autonómico de evitar la incorporación de Vox a los órganos de gobierno de la comunidad autónoma.
Una vez autorizado por las direcciones de los dos partidos, el acuerdo será suscrito públicamente este viernes por ambos líderes, Miguel Ángel Revilla y la propia María José Sáenz de Buruaga, en un acto previsto para las 11.00 horas en la Sala Polivalente del Parlamento de Cantabria.
Tal como anunció la vicesecretaria de Organización del PRC, Paula Fernández, tras la última reunión de la comisión negociadora, el acuerdo incluye la “línea roja infranqueable que representa Vox para los regionalistas” y el mantenimiento de los grandes proyectos iniciados por el actual Gobierno y que “son fundamentales para el desarrollo de Cantabria”.
Entre los proyectos que buscan proteger los regionalistas está el futuro polígono logístico de La Pasiega en Piélagos, las obras del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) o la unidad de protonterapia del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.
También incluyen en el documento el “blindaje” de los ayuntamientos “con independencia de su color político”, mediante la continuidad del Fondo de Cooperación Municipal con las cuantías actuales y del plan de obras, “con los mismos criterios y en las mismas circunstancias”.
Además, el acuerdo de investidura entre PP y PRC hace mención expresa a la continuidad de las inversiones del Estado que están en marcha y las que quedan pendientes, en los términos recogidos en el acuerdo suscrito en 2019 por el PRC con el Gobierno de España que preside Pedro Sánchez (PSOE) y a la salida del lobo del listado de especies protegidas que entiende “esencial para el mundo rural”.
Las comisiones negociadoras de PRC y PP han mantenido tan solo dos breves encuentros desde la celebración de las elecciones autonómicas del 28M, y en el último, celebrado el pasado 13 de junio, ya anunciaron un principio de acuerdo, a falta de cerrar “algunos flecos” del documento.
Durante las negociaciones, el PP ha defendido insistentemente que quiere “gobernar en solitario” y alcanzar un “acuerdo de investidura y no de legislatura” con el PRC, motivo por el que rechazó la primera propuesta planteada por los regionalistas, con un programa de máximos que no incluía su entrada en el Ejecutivo.
Finalmente, la premisa fundamental para que el PRC se abstenga en la investidura de Sáenz de Buruaga ha sido dejar a Vox fuera del Gobierno de Cantabria. El partido de extrema derecha, sin embargo, ha manifestado “su preferencia” por un bipartito con el PP, “en aras a la estabilidad parlamentaria”. Además, desde las filas de Vox han tachado de “antidemocrático” este acuerdo con el PRC y han acusado a los populares de “tapar la corrupción”.
En las elecciones del pasado 28 de mayo el PP obtuvo 15 escaños en el Parlamento de Cantabria, a falta de tres para la mayoría absoluta, mientras que el PRC se convirtió en la segunda fuerza política con 8, los mismos diputados que el PSOE, mientras que Vox logró 4.
Buscamos tu apoyo para seguir elaborando contenidos de calidad de la forma más independiente. Puedes darte de alta como socio o socia o, si ya lo eres, desde tu panel personal puedes dedicar parte de cuota específicamente a la edición de Cantabria. Tu ayuda es más importante que nunca.