El PP gobernará en solitario en Cantabria gracias a la abstención del PRC. Los equipos negociadores de ambas formaciones han mantenido este martes una segunda reunión en la que han dejado encarrilado un pacto de investidura para hacer presidenta a María José Sáenz de Buruaga (PP), volviendo a la casilla de salida de unas conversaciones que se habían encallado a raíz de la propuesta que el partido de Miguel Ángel Revilla envió por escrito y que los populares rechazaron de facto.
Así, los regionalistas han rebajado sus condiciones “de máximos” y están dispuestos a facilitar la investidura de Buruaga a través de un pacto que ha quedado encarrilado “a falta de flecos” y que se hará oficial en los próximos días. Del documento inicial al que finalmente sellarán ambos partidos, la principal exigencia que se modifica versa sobre el veto a Vox.
El PRC ya no pone como requisito que los populares no alcancen pactos con la formación de extrema derecha durante la legislatura -condición que el PP aseguró no estar dispuesto a asumir- y únicamente reclaman que Vox no forme parte del nuevo Ejecutivo. Los regionalistas no querían en un principio que los “acuerdos de gobernabilidad” estuvieran “amparados y sometidos” a Vox, pero el PP aseguró que no aceptaría que se limitase su “capacidad para dialogar y llegar a acuerdos puntuales con otras formaciones”.
Y ante ese escenario, y tras una reunión PP-Vox en secreto durante el fin de semana, los mismos protagonistas del encuentro exprés entre PP y PRC de la pasada semana se han citado de nuevo en el Parlamento para reconducir lo que se había torcido.
Así pues, Isabel Urrutia, Íñigo Fernández, María José González Revuelta y Roberto Media por parte de los populares y Paula Fernández, Francisco Javier López Marcano, Guillermo Blanco y Rosa Díaz por la parte regionalista han llegado a un principio de acuerdo tras aproximadamente tres cuartos de hora de reunión. Y esta vez sí ha habido declaraciones posteriores, en las que han señalado que los detalles que quedan por pulir se negociarán de forma interna y, posteriormente, el documento final verá la luz.
En él, donde no se incluye nada referente a la polémica sobre las comisiones de investigación, los de Revilla ponen como requisitos, además de que el nuevo Gobierno no sea una coalición con Vox, que los populares continúen con los proyectos y obras que ya están en marcha, así como con las reivindicaciones al Estado, que garanticen la financiación de los ayuntamientos y que exijan la retirada del lobo del LESPRE (listado de especies protegidas).
“Nosotros no nos vamos a mover un ápice de los puntos fundamentales para llegar a un acuerdo”, ha remarcado la vicesecretaria de Organización, Paula Fernández, sobre un documento final que deberá ser ratificado por la Ejecutiva regionalista. Por su parte, la secretaria general del PP, María José González Revuelta, ha aclarado que “se ha avanzado muchísimo en la reunión” y que “ni hoy ni nunca” han estado sobre la mesa “cargos” para el PRC.