El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, considera “un poco incompresible” la huelga indefinida del metal en la Comunidad Autónoma, que cumple este lunes su duodécimo día, y ha hecho un llamamiento a sindicatos y empresas para encontrar una solución. “Yo espero que cunda el sentido común entre hoy y mañana”, ha dicho.
La huelga “está erosionando la imagen de Cantabria” y “es una cosa un poco incomprensible porque no se está dando en ningún otro sitio del país: no es que aquí los sueldos sean más bajos, el convenio está en la línea de todos. Y hago un llamamiento a las dos partes, sobre todo a las mas radicalizadas”, para “buscar una solución porque esto no puede continuar así”, ha declarado a preguntas de los medios.
Revilla ha reconocido que está “muy preocupado” por la situación, de la que este domingo ha hablado con la ministra de Industria, Reyes Maroto, quien también ha mantenido contactos con los sindicatos y la patronal. “Me consta que estuvo hablando con todas las partes”, ha indicado el presidente.
El jefe del Ejecutivo ha advertido que “está en juego la credibilidad en Cantabria de un sector muy importante”, además de que hay empresas que “incluso” se están planteando la deslocalización de la Comunidad Autónoma “porque es una cosa rara que sea una huelga solo en Cantabria”.
Como ejemplo, se ha remitido al crucero de lujo que construye Astander, “que tiene un compromiso entrega en un plazo, que está generando más de mil puestos de trabajo, y que puede también irse”. Revilla ha señalado que en una negociación “todo el mundo tiene que ceder” y ha reiterado que “no es momento para huelgas”. “Esa es la opinión que yo creo que tiene la mayoría de la gente, que estamos en una situación muy complicada”.
Por eso ha hecho un llamamiento a las partes, “sobre todo a las más radicalizadas de los dos bandos, porque también hay empresarios muy radicalizados y trabajadores muy radicalizados, para buscar una solución porque esto no puede continuar así”. Al respecto ha recordado que hay empresas en la región que están “presionadas” por las grandes compañías, que tienen paradas sus producciones, “que están preocupadísimas porque si les falta esa línea intermedia para hacer la producción se verán obligados a cerrar”.
“Algunas empresas están abriendo hoy, a riesgo de que tengan algún problema, pero hay un descontento general por las posturas radicales de una minoría de las dos partes, de un sector del empresariado y un sector de los trabajadores”, ha asegurado. Revilla ha hecho estas declaraciones a preguntas de la prensa en el Parlamento, antes del comienzo de la sesión plenaria.