“Tendrá que meditar si quiere seguir tendiendo actuaciones de este tipo, dejando un mal sabor de boca a sus fans”, ha dicho Revilla, quien, en declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha opinado que el final del concierto de Iglesias dejó “mucho que desear” ya que concluyó su actuación a la “hora y media”, tras interpretar “10 o 12” temas --algo que en su opinión es “muy poco” para el público--, y sin apenas despedirse.
El presidente cántabro ha contrapuesto la actuación de Iglesias con la que protagonizó Bruce Springstean en su concierto en 2006 en Cantabria, cuando actuó dentro de la programación del anterior Año Jubilar en un concierto que, según ha dicho, duró tres horas y media.
“Hay dos maneras de entender el trato con el público”, ha reconocido Revilla, que cree que para los artistas hay algo que debe ser “sagrado”, que es el ser “un poco generosos” con los seguidores.
Sin embargo, ha aclarado que esa actuación de Iglesias --que generó muchas protestas entre el público, abucheos y que se coreara en los Campos de Sport de El Sardinero el 'manos arriba, esto es un atraco'-- “ya no depende de los organizadores”.
También ha señalado que el concierto, que era uno de los eventos centrales de la programación del Año Jubilar Lebaniego, no está financiado por el Gobierno, sino por empresas patrocinadoras.
A pesar de ello, y de reconocer que el estilo de Enrique Iglesias no es el tipo de música que prefiere --“yo soy de otra época: lo mío son las rancheras, los boleros”, ha dicho--, Revilla ha considerado que el concierto fue un “espectáculo de luces y de músicos”, en el que el público “participó” y “saltó”, al margen de los “abucheos” del final, de los que fue testigo el presidente cántabro, que acudió al concierto para recibir y saludar a algunos de los asistentes.
Al margen de las protestas del público y de que el concierto “no haya gustado a una parte importante de las personas”, Revilla ha opinado que, “como noticia”, el concierto lo ha sido “sobradamente” y ha hecho que Cantabria también lo sea.
Además, ha destacado el impacto que ha tenido en el turismo, provocando “un lleno en toda Cantabria” y haciendo que algunos visitantes se hayan acercado a la comunidad autónoma por primera vez y hayan podido descubrir sus atractivos y disfrutar de la gastronomía.
“Aquí de lo que se trata es que el Año Jubilar Lebaniego genere expectación, que se conozca que existe una región que se llama Cantabria y que estamos en el Año Jubilar Lebaniego”, ha dicho Revilla.