Santander ha “alzado la voz” contra el ataque ocurrido el domingo en Orlando en el que han muerto 50 personas y hay otras tantas heridas, y ha expresado su “más profundo pesar” por un “crimen” que, según el alcalde, Íñigo de la Serna, es “incalificable”, “fruto del terror” y dirigido contra el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), al que ha querido trasladar su “solidaridad” y “apoyo”.
“Estamos en un ayuntamiento que se distingue por abogar siempre por una sociedad igualitaria, libre y solidaria, en la que no caben, por supuesto, actos de violencia o odio contra nadie pero también, en ningún cosa, por su condición sexual”, ha subrayado De la Serna tras el minuto de silencio convocado para las 13.00 horas en la Plaza del Ayuntamiento y al que han acudido varios representantes de la Corporación municipal junto a algunos ciudadanos.
LLAMAMIENTO A LOS PARTIDOS A ESTAR “UNIDOS” EN DEFENSA DE LOS DERECHOS
Tras expresar la condena contra este crimen, mostrar su “pesar” por las víctimas y desear la pronta recuperación de los heridos, De la Serna ha aprovechado para hacer un llamamiento a los partidos presentes en el acto a mantenerse “fuertes” y “unidos” en denfesa de los derechos de los ciudadanos.
Ante lo apresurado de la convocatoria del minuto de silencio de este lunes , hecha hora y media antes del acto, está previsto que este martes a las 12.00 horas vuelva a convocarse en la Plaza del Ayuntamiento otra concentración silenciosa ara que los ciudadanos puedan unirse a la Corporación municipal y mostrar su “repulsa” contra este acto de “barbarie”.
La matanza fue perpetrada en la madrugada del domingo contra un club nocturno de ambiente gay de Orlando (Florida) por Omar Mateen, un estadounidense de ascendencia afgana de 29 años de edad que falleció en una intervención policial tras atrincherarse en el club Pulse de Orlando y abrir fuego contra las más de 320 personas que había en su interior.
Horas después del ataque, el Estado Islámico reivindicó la autoría del ataque y aseguró que había sido cometido por uno de sus “soldados”.