El director de la planta de Solvay en Barreda, Jorge Oliveira, ha solicitado el apoyo del Gobierno de Cantabria desde el punto de vista industrial, advirtiendo de los “altos costes” de la energía en España comparados con otros países como Francia.
Lo ha hecho en la reunión que ha mantenido este lunes con el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, quien le ha manifestado el apoyo del Ejecutivo autonómico a la fábrica de Solvay en Torrelavega, según ha trasladado el Gobierno en un comunicado.
Tanto el consejero como el director de Solvay han coincidido en la importancia de mantener la competitividad de la empresa entre los mejores productores de carbonato del mundo, reconociendo que Solvay es una de las “fábricas punteras” de Cantabria, así como la necesidad de garantizar el empleo que proporciona en la comarca del Besaya.
Oliveira, que ha estado acompañado por el director técnico de la empresa, Fernando Cohnen, ha informado a Martín de que la planta de Torrelavega se mantiene como fábrica estratégica en Solvay, produciendo casi 900.000 toneladas, la mitad de las cuales se destina a la Península Ibérica y Francia y la otra mitad para la exportación a otros países.
Sin embargo, Oliveira ha manifestado a Martín la preocupación a la hora de competir con otros grandes productores mundiales, como China o Estados Unidos, siempre con las mismas tecnologías, y especialmente con los productores de carbonato no sintético de Turquía y Estados Unidos, que lo extraen de forma natural, directamente del suelo, sin los procesos a los que tiene que recurrir Solvay y con costes mucho más bajos.
Según ha explicado el director de la planta de Solvay en Barreda, las inversiones en Turquía pueden doblar la producción de este país, introduciendo “una amenaza suplementaria en la disponibilidad de suministro de carbonato en el mundo”.
Oliveira ha explicado a Martín los diversos proyectos que Solvay está acometiendo en Torrelavega para modernizar, automatizar y mejorar su competitividad, especialmente los relativos a I+D+i, además de las negociaciones para conseguir un nuevo inversor y proceder a realizar el cambio electrolítico de la unidad de mercurio que, por obligación ambiental, tendrá que variar por un sistema de membrana.
En la actualidad se estudia una alternativa para mantener la unidad en marcha con una nueva tecnología, garantizando su permanencia en Torrelavega.
Oliveira espera que se sigan manteniendo reuniones entre Solvay y el Gobierno de Cantabria para entrar más en detalle en los proyectos, retos, desafíos y preocupaciones de la empresa.