La Universidad de Cantabria y el Colegio de Abogados afrontan elecciones con candidaturas alternativas y críticas

Laro García

Santander —

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Los procesos electorales en la Universidad de Cantabria (UC) y en el Colegio de la Abogacía de Cantabria han abierto la puerta a que candidatos alternativos gobiernen, por primera vez, el Rectorado y el Decanato de dos instituciones poco acostumbradas a los cambios. Hasta ahora, los sucesivos cargos han sido continuistas, en muchas ocasiones con listas únicas que procedían del aparato de gobierno de estas organizaciones. Ahora coinciden ambos comicios en paralelo -las elecciones en ambas instituciones se celebran con pocas semanas de diferencia- con la novedad de que han surgido rivales desde una oposición crítica.

El movimiento es especialmente llamativo en el caso del Colegio de la Abogacía de Cantabria, donde la existencia de dos candidaturas es algo infrecuente, salvo alguna excepción en el año 2012, cuando Manuel Ruiz de Villa disputó el Decanato al oficialista Jesús Pellón, que le barrió en las urnas (757 votos frente a 51). Hasta la fecha, los sucesivos decanos se daban el relevo desde la propia Junta de Gobierno: Julio Arce, José Luis Vega Hazas, Eduardo Casanueva, Luis Revenga, Victoria Ortega, Jesús Pellón y el actual, Andrés de Diego.

El Decanato se ha ido heredando y también se ha ido desgastando. En los últimos años las protestas de los abogados adscritos al turno de oficio encendieron la mecha del descontento y evidenciaron de forma pública y notoria los desencuentros, hasta el punto de que constituyeron su propia plataforma para defenderse porque no se sintieron amparados por el Colegio.

El fracaso del primer decreto del turno de oficio, que pactó el decano sin escuchar las demandas de los afectados, resultó un fracaso y el propio Colegio se vio obligado a corregirse y negociar otro entre las fuertes presiones públicas de los letrados que ejercen el turno. Un colectivo que a finales de 2023 estaba compuesto por 533 abogados y representa casi el 45% de los ejercientes en Cantabria.

En este contexto de crisis, un grupo de abogadas en 2022 presentó una candidatura a la renovación parcial de la Junta de Gobierno que obtuvo alrededor de un tercio de los votos. Por primera vez se manifestó públicamente el descontento y se cuestionó al decano, a quien achacaron “poco interés y esfuerzo por defender sus demandas”. Las asambleas de colegiados se convirtieron en un foro crítico donde el decano se vio obligado a dar explicaciones de su gestión y de las cuentas, provocando que juntas que hasta entonces habían sido un paseo se convirtieran en un foro donde los colegiados críticos vinculados al turno de oficio expresaban sus demandas. 

Varapalo judicial

La situación se hizo manifiestamente más incómoda con algunas otras decisiones de la Junta de Gobierno, como el comunicado que emitieron de rechazo a la ley de amnistía cuando ni siquiera estaba aprobada. El texto rechazaba el acuerdo entre PSOE y Junts para una norma que, aseguraron, “pone en cuestión la organización del Estado y el sistema de división de poderes establecido en la Constitución”. “Entendemos inadmisible que dicha propuesta incorpore la posibilidad de que se ponga en cuestión el trabajo de jueces y magistrados que desarrollan su trabajo con absoluta independencia y en estricto cumplimiento de las leyes emanadas del poder legislativo”, añadía el pronunciamiento.

Esta declaración contrarió profundamente a parte de los colegiados que llevaron el acuerdo a los tribunales. Un juzgado de primera instancia y posteriormente el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria sentenciaron que se vulneraron derechos de sus colegiados al incumplir la “neutralidad” exigida en debates de índole político-social que queden fuera de “la estricta defensa de los intereses profesionales”.

Dos candidatos de la Junta

A la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía de Cantabria pertenecía Carlos Pérez, que ahora se presenta como candidato alternativo, un cambio de equipo que despierta algunos recelos. Dimitió justo a tiempo para formalizar su candidatura a decano. La ambición de este abogado especializado en seguros que trabaja en un despacho familiar -según informa su propia página web- era conocida por el colectivo porque llevaba tiempo postulándose para el cargo.

La sorpresa ha sido que no ha tenido el apoyo de su propia Junta de Gobierno, que ha optado por dar su confianza a Ramón Arteaga, actual tesorero del Colegio, al que acompañan en la candidatura otros miembros de la directiva como José Antonio Mellado, María Antonia Echevarría y Marta Cimas. La candidatura oficialista se ha reforzado con Antonio Sarabia, que aspira a ser vicedecano, Ignacio del Piñal, Carmen Mendieta, Mónica González y María Álvarez.

En estas circunstancias, Carlos Pérez ha formado una candidatura alternativa de oposición al equipo al que hasta ahora pertenecía. Para ello ha reclutado a voces críticas con el actual Decanato, como la abogada Adriana Villegas, afín al sector crítico cuando estalló la reivindicación de los abogados del turno de oficio y formalizó una candidatura a la renovación parcial de la Junta. Pérez aspira a capitalizar el descontento con el propio Decanato del que formaba parte. El resto del equipo está compuesto por Cristina Pelayo, Paloma Revenga, Rachid Maswadeh, Carmen Franch, Jesús Martín, Jorge Fernández y Federico Peña.

A consecuencia de estos movimientos, el proceso electoral está generando un clima de tensión, ya que las elecciones se disputan entre dos miembros del aparato colegial. Las votaciones, que se celebrarán este 20 de diciembre con la posibilidad de voto telemático, renovarán la Junta de Gobierno y el Decanato que ocupa Andrés de Diego desde 2017. Más de 2.000 abogados podrán participar en el proceso, de los cuáles, 1.133 son abogados en ejercicio y 878 colegiados no ejercientes.

Candidatura femenina en la UC

Hasta ahora, los máximos representantes de ambas instituciones académica y colegial han sido hombres, con la única excepción de Victoria Ortega, que fue decana de los abogados. En la Universidad de Cantabria por primera vez existe la posibilidad de que una mujer, Conchi López, se convierta en rectora. También ella se presenta como oposición al candidato oficialista y también, como en la abogacía cántabra, en la institución académica nunca ha ganado las elecciones ningún aspirante alternativo. Históricamente todos los rectores que han heredado el bastón de mando han salido de los equipos directivos: Jaime Vinuesa, Juan Jordá, Federico Gutiérrez-Solana, José Carlos Gómez Sal y Ángel Pazos, de cuyo Consejo de Gobierno brota la candidatura oficialista del vicerrector Mario Mañana.

La candidatura de López, catedrática de Organización de Empresas, viene precedida de varios fracasos entre aspirantes críticos que nunca consiguieron vencer al aparato, como Juan García-Porrero, entonces decano de la Facultad de Medicina; Eduardo Mora, director de la Escuela de Ingenieros Industriales y Telecomunicaciones, que lo intentó en dos ocasiones; el catedrático de Derecho Mercantil Jorge Tomillo y Pablo Coto, que también aspiró al Rectorado siendo decano de la Facultad de Económicas y Empresariales.

En esta ocasión, Conchi López parte con la ventaja de que ella ha formado parte de dos equipos de gobierno entre 2006 y 2013 como vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado y posteriormente de Internacionalización. Es decir, que formalmente no se trata, como en circunstancias de derrota precedentes, de una aspirante ajena al aparato. La presentación de su programa hace unos días en el Interfacultativo despertó una enorme expectación y fue seguido por numeroso público. Le acompañaba Fernando Moreno, catedrático de Óptica, que también ejerció de vicerrector en los equipos de Vinuesa y Jordá.

La victoria de López sería doble. Por primera vez conseguiría imponer una alternativa de cambio y además se convertiría en la primera mujer rectora de la Universidad de Cantabria. Su mensaje habla de “recuperar la motivación de la comunidad universitaria”, pide “transparencia y diálogo” y considera que la UC debe posicionarse como “un referente en las políticas públicas” de Cantabria.

Conchi López se ha rodeado de un equipo de 12 personas para gestionar la Universidad: Mar Marcos (Coordinación y Comunicación), Ángel Cobo (Ordenación Académica), Luigi Dell’Olio (Investigación, Transferencia y Doctorado), Rosa García (Profesorado), Íñigo Casafont (Estudiantes y Empleabilidad), Rebeca Saavedra (Cultura y Transferencia a la Sociedad), Luis Muño (Relaciones y Estrategia Internacional), María Margallo (Sostenibilidad y Espacios), José Luis Bosque (Transformación Digital), Gabriel Moncalián (Transformación Universitaria), Enma Díaz (Comunidad Universitaria) y Julio Álvarez (Secretaría General y Simplificación Administrativa).

Por su parte, el candidato oficialista Mario Mañana, catedrático de Ingeniería Eléctrica y que ha sido vicerrector durante los últimos ocho años en el equipo de Ángel Pazos en el área de Campus, Servicios y Sostenibilidad. Junto a él se presentan otros cuatro miembros del actual gobierno de la UC: Tomás Mantecón (que en su día formó parte de una candidatura crítica de Eduardo Mora), Carlos Beltrán, Marta García Lastra y Silvia Tamayo. Mañana ha hecho siete fichajes para completar una lista de diez futuros vicerrectores: Ramón Agüero, Marcos López Hoyos, Francisco Matorras, Raquel Gómez, Cristina Blanco y María Maza.

Son unas elecciones en las que vota toda la comunidad universitaria: profesores e investigadores, personal de administración y servicios y alumnos, aunque con voto ponderado. Se celebran el próximo 14 de enero y obligan a interrumpir la campaña electoral por las vacaciones de Navidad. La elección de la fecha ha provocado polémica porque coincide con el periodo de exámenes y no es el momento propicio, estiman algunas voces, para convocar a las urnas a la comunidad universitaria.