Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Discutir con rigor

Pues no sé qué pensar. Estoy de acuerdo con una reforma de la ley electoral, pero no tengo nada claro que una única circunscripción sea la purga de Benito de la democracia y bálsamo de Fierabrás de la igualdad. ¿Y si fuera al contrario? Si España entera fuera una sola circunscripción electoral, entre Madrid y Barcelona, con la población que tienen ¿no acabarian decidiendo todo en nombre del resto del país? Lejos de mí entonar la alabanza de la aldea y menosprecio de la corte, pero ¿no mandan ya suficiente las grandes ciudades? A mí me parece que, con ese sistema, el País Vasco o Burgos, por no hablar de Soria, no podrían sentirse representados en un parlamento nacional. Sin duda se me escapa algo y le agradecería que me lo aclare.

En cuanto a la provincia, el que existiera ya en el XIX no me parece que sea motivo suficiente para descartarla. Al fin y al cabo, la propia democracia tampoco se inventó ayer: figúrese, algunos dicen que ya se había tenido noticia de ella antes de la aparición de internet. La articulación de los tres niveles (Autonomía-Provincia-Municipio) permite descentralización a la vez que facilita la cohesión. Comparto mis dudas con usted: de eliminarse las provincias, ¿no quedaría Almería por ejemplo expulsada del mapa en una autonomía con ciudades como Sevilla o Granada?

Totalmente de acuerdo con usted: la ley electoral y otros aspectos de la democracia a la que nos hemos resignado son, como las fincas rústicas, manifiestamente mejorables. ¿Cómo no voy a estar a favor de la igualdad de voto? Lo que sucede es que la igualdad real no es algo mecánico. En una situación de desigualdad de población, ¿eso no provocaría más desigualdad real? Claro que podemos decir: la distribución provincial es arbitraria y no nos hace falta. ¿Usted lo cree de verdad? Yo no estoy tan seguro, puesto que sí veo la identidad diferenciada de Almería frente a Sevilla, por ejemplo. Tambien creo que ese nivel intermedio entre el municipio y la autonomía es un instrumento útil para hacer efectivo el autogobierno y la descentralización, al menos en algunas autonomías. Sí estoy estoy seguro en cambio de que una sola circunscripción aumenta la desigualdad real, condena a una buena parte del territorio a no tener representación y a ver postergados sus intereses y hace que disminuya la cohesión territorial y social.

En otras palabras: de acuerdo en que hay que plantear el debate. Eso mismo es hacer política. Pero, para que sea política, una discusión debe ser racional, informada o con voluntad de informarse, y con opiniones contrapuestas. Por eso le agradezco que nos obligue a ponernos a trabajar, es decir, a pensar y a argumentar. En una breve nota biográfica del gran hidráulico José Torán recuerdo haber leído, en el apartado “aficiones recreativas” (hoy pondrían “hobbies”, casi seguro) que decía: discutir con rigor. A mí también me gusta intentarlo, aunque a menudo me salga tan mal como una maqueta de un velero.

Pues no sé qué pensar. Estoy de acuerdo con una reforma de la ley electoral, pero no tengo nada claro que una única circunscripción sea la purga de Benito de la democracia y bálsamo de Fierabrás de la igualdad. ¿Y si fuera al contrario? Si España entera fuera una sola circunscripción electoral, entre Madrid y Barcelona, con la población que tienen ¿no acabarian decidiendo todo en nombre del resto del país? Lejos de mí entonar la alabanza de la aldea y menosprecio de la corte, pero ¿no mandan ya suficiente las grandes ciudades? A mí me parece que, con ese sistema, el País Vasco o Burgos, por no hablar de Soria, no podrían sentirse representados en un parlamento nacional. Sin duda se me escapa algo y le agradecería que me lo aclare.

En cuanto a la provincia, el que existiera ya en el XIX no me parece que sea motivo suficiente para descartarla. Al fin y al cabo, la propia democracia tampoco se inventó ayer: figúrese, algunos dicen que ya se había tenido noticia de ella antes de la aparición de internet. La articulación de los tres niveles (Autonomía-Provincia-Municipio) permite descentralización a la vez que facilita la cohesión. Comparto mis dudas con usted: de eliminarse las provincias, ¿no quedaría Almería por ejemplo expulsada del mapa en una autonomía con ciudades como Sevilla o Granada?