El reto de una accesibilidad basada en los derechos y “más allá de las barreras físicas”

Hablar de accesibilidad hace ya tiempo que no solo significa referirse al urbanismo y a las barreras físicas. Y aunque en este sentido todavía queda mucho por hacer, es hacia los “derechos intangibles” de todos a tener acceso al empleo, a la sanidad y a la cultura, donde apuntan los nuevos objetivos. Bajo esta premisa general se está elaborando el Plan de Promoción de la Accesibilidad en Castilla-La Mancha. Es un paso previo que el Gobierno regional quiere dar antes de la reforma de la Ley de Accesibilidad de 1994, que sufrió alguna modificación con la Ley de Derechos y Garantías de las Personas con Discapacidad de 2014, pero que aún necesita un desarrollo normativo pleno.

Para empezar, este plan parte del hecho de que en la región se han producido cambios muy importantes que han transformado a su vez la propia consideración del término 'accesibilidad'. La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, explica a eldiarioclm.es que el objetivo primero es marcar una ruta, un diagnóstico de la situación para saber cuál es la tendencia. En ese sentido, se ha creado un grupo de expertos con técnicos de la Administración, al que también se ha invitado tanto al CERMI como a la ONCE, pero también a colectivos de todo tipo. Porque el plan será “ambicioso y transversal”.

“A veces cuando hablamos de accesibilidad todo el mundo piensa en barreras arquitectónicas pero es mucho más que eso. Ahora mismo, la libertad de acceso hay que tratarla como la búsqueda de la igualdad de oportunidades, de no discriminación de personas con discapacidad o con algún tipo de dificultad. Por eso queremos ir más allá. Además, ya no se circunscribe solamente a las personas con discapacidad, porque también podemos hablar de otros colectivos que también necesitan un entorno accesible, como los niños o las personas mayores”, subraya.

Esa travesía que supera al urbanismo y a las barreras físicas pasa por el fomento de las denominadas ‘ciudades inteligentes’ o ‘ciudades amigas’, y el Plan de Promoción contempla por tanto trabajar con los ayuntamientos, “fundamentales como garantes de esa igualdad”. Así, se abundará en la parte física y urbanística, pero por otro lado, también en el acceso a la energía, al transporte, a la vivienda, o en la accesibilidad sensorial y a la lectura. “Hablamos de una ciudad mediatizada por las nuevas tecnologías, pero también amiga de todos los ciudadanos, sean personas con cualquier tipo de discapacidad, niños o personas mayores”.

Otro aspecto que se incluirá en este proyecto vincula a la Universidad. El Gobierno quiere cambiar los criterios de accesibilidad que se utilizan en los currículos universitarios, sobre todo en carreras como informática, arquitectura o ingeniería industrial. Ahí el objetivo es que los estudiantes, durante su preparación, estén pensando en generar estructuras y objetos que sean accesibles para todos “tengan la dificultad que tengan”. Se trata de incluir que en la formación universitaria se hable de “diversidad humana”, de personas en situación de dependencia, de ciudades accesibles y de todos aquellos indicadores que no siempre están contemplados.

Servicios públicos, accesibilidad al ocio y tecnologías de la información

Asimismo, la promoción también buscará que se trabaje más en la interacción del ciudadano con el servicio público. “La Administración tiene que ser un ejemplo en este camino, prestando una atención presencial, telefónica o electrónica que sea accesible pero también que sea más fácil”, precisa la consejera. Y aquí también entrarían otros sectores: el derecho de acceso a la salud (por ejemplo, que las personas con discapacidad física o intelectual sean atendidos por un especialista), a la educación, a los servicios sociales y al empleo.

Por último, el foco se pondría también en la accesibilidad al ocio, al turismo y a la cultura. “No solamente que las personas con algún tipo de discapacidad o dificultades puedan participar y ser creadores, sino también que puedan acceder a la cultura. Ahí es donde vemos que la accesibilidad es algo más transversal y que en realidad es igualdad de oportunidades y cohesión social”, destaca Aurelia Sánchez.

En cada uno de estos indicadores, el Plan de Promoción tendrá a las nuevas tecnologías de la información como su eje central. La consejera remarca que “ya no son un objetivo” sino “nuestro presente y futuro”. Y es que la tecnología cumplirá un papel nuclear en el desarrollo del proyecto dentro del medio rural, muy importante en Castilla-La Mancha. Pone como ejemplo algunos avances ya incorporados en Teleasistencia para personas en situación de dependencia, con tabletas electrónicas que les conectan con sus centros de salud, centros de mayores o tutores de ocio.

“Estas líneas maestras son solo un ejemplo de todo lo que se puede hacer, de lo que podemos trabajar para que todos tengamos una ventana al mundo”, concluye Aurelia Sánchez. De momento, el Gobierno quiere sacar adelante este Plan a finales de 2018 y para ello elaborará un presupuesto asociado en función del ‘mapa’ de la accesibilidad en Castilla-La Mancha, que se elaborará junto con el grupo de expertos y la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) de la comunidad autónoma.