El conflicto de Siria y la cantidad de exiliados que abandonan el país en busca de un nuevo hogar sigue siendo un problema. Ahora bien, hay personas y asociaciones que intentan buscar una solución y Braulio Carlés, responsable territorial de ACCEM (Asociación Comisión Católica Española) en Castilla-La Mancha, es una de ellas. El centro de refugiados de Sigüenza ya trabaja para dar alojamiento y cobijo a tantas personas como pueda y han sido muchos ayuntamientos y asociaciones los que han ofrecido su ayuda.
Desde junio de 1992 en Sigüenza hay techo y cama para aquellas personas que cruzan el mar en busca de un futuro que se les niega en su país o, recientemente, para los que huyen por una guerra que ha creado el pánico. El centro de acogida de la ciudad alcarreña comenzó con 22 plazas, pero en 2000 amplió su capacidad a las 60 actuales y pocas son las veces que hay alguna plaza libre.
“Hemos recibido muchas llamadas de gente que quiere ayudar”, dice Braulio Carlés, que se muestra feliz con la posibilidad de dar una oportunidad a los refugiados, pues “lo que hace falta es que la gente se mueva para captar personas que quieran colaborar, para que cuando lleguen los sirios podamos acoger cuanta más gente mejor”.
Ya son 35 los ayuntamientos que han tendido su mano solidaria, todos ellos de la provincia de Guadalajara, que asume un proyecto que también está teniendo lugar en diferentes sitios de España. Una de las medidas que propone Carlés para ayudar es la participación en la campaña ‘Yo dono’, la cual lleva años funcionando con el objetivo de recibir aportaciones económicas que puedan facilitar un poco más las cosas a personas que lo han perdido todo.
“Primero están 6 meses y luego otros 6 meses más fuera del centro”, explica Braulio Carlés. Es el protocolo que tienen. Una vez que pasan medio año en el centro, el otro medio, tienen la opción de seguir yendo siempre que lo necesiten, pues la asociación les sigue ayudando hasta que terminan de adaptarse a su nueva vida y es que “prácticamente nadie o nadie regresa a su país. La mayoría se quedan por Siguenza o Guadalajara”.
“Vienen de Siria, Irak, África, el este de Europa. Allá donde hay conflicto viene gente”, comenta Braulio, señalando de qué lugares suelen proceder las personas que llegan al centro en busca de una segunda oportunidad.
El responsable territorial de Accem en Castilla-La Mancha insiste en la petición de ayuda para estar preparados en el momento que lleguen los sirios: “pedimos mucho voluntariado: profesores de español, solucionar el tema sanitario, colegios,… y también pisos, gente que tenga pisos cerrados”. Para concluir, Braulio Carlés insiste en que “necesitamos apoyo de las personas” y desea que “ este conflicto se resuelva y dejemos de hablar de refugiados políticos”.