ASAJA Castilla-La Mancha ha pedido más rigor y concreción en la futura Ley de la Viña y del Vino de la región, tras analizar el borrador de la ley que fue presentado por el Gobierno regional en la reunión que se celebró el pasado 4 de febrero. Para la organización agraria es un “documento base que requiere de más firmeza para reorganizar el sector vitivinícola e impedir que se produzcan fraudes y prácticas irregulares”.
La organización ha remitido una batería de observaciones a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural y confía en que sean tenidas en cuenta para evitar, entre otras cuestiones, que el productor sea siempre el que pague las consecuencias de los problemas del conjunto del sector.
Más control y sanciones más duras
En esta línea, ASAJA ha pedido más determinación a la hora de hablar de cualquier tipo de control en el sector: desde evitar que entre en el circuito de comercialización vino elaborado con subproductos o alcoholes de origen no vínico hasta vigilar los movimientos de las producciones entre las diferentes comunidades autónomas. Igualmente, ha señalado que el control debe extenderse a todas las producciones, amparadas o no en figuras de calidad, en las certificadoras y en las bodegas y cooperativas, fundamentalmente, en lo que se refiere a las declaraciones de cosecha y la entrada de uva, de manera que se cumplan protocolos de trazabilidad en todos los procesos de producción, elaboración y comercialización.
De la misma manera, la propia ley contempla una figura para velar por el cumplimiento de la misma y que, según ha explicado la organización agraria, debe tener la capacidad y agilidad suficiente para poner en marcha unas u otras medidas en función de las condiciones o coyunturas de cada campaña.
La organización agraria ha hecho hincapié también en la necesidad de endurecer el régimen sancionador y acelerar la aplicación de las sanciones. De esta forma, se evitarían prácticas irregulares o la reiteración del fraude por parte de algunos operadores del sector. En este sentido, ha exigido que las sanciones vayan acompañadas del cierre de instalaciones para que las empresas no puedan cambiar de nombre y seguir cometiendo fraudes.
Mecanismos de regulación
Otro de los planteamientos de ASAJA ante el borrador hace referencia al capítulo de mecanismos de regulación y cadena agroalimentaria, del que han criticado que no está desarrollado suficientemente. Desde hace años los viticultores de la región no llegan a cubrir los costes de producción, mientras que el resto de los agentes obtienen beneficios todas las campañas. Este desequilibrio, ha explicado la organización, debe ser considerado por la normativa, pues fortalecer las estructuras del mercado del vino pasa por garantizar al productor sus costes de producción independientemente de dónde entregue su uva.
Finalmente, la organización agraria ha asegurado que Castilla-La Mancha necesita una Ley no solo para reunir las normativas existentes o plantear los problemas del sector vitivinícola, sino también para dar las soluciones y enfrentarse a los retos de futuro, adaptándose a las nuevas tendencias de mercado y a los estándares marcados por el propio consumidor.