La campaña de ajo se presenta algo retrasada, con mejores precios y una superficie ligeramente superior en la región
La campaña de ajo se presenta esté año algo tardía por las bajas temperaturas, con una superficie de cultivo y precios por encima de la del pasado año. Esta será la segunda cosecha de recogida de este producto marcada por las medidas higiénicas por el coronavirus.
Según ha señalado a AgroalimentariaCLM, Julio Bacete, vicepresidente de Cooperativas Agroalimentarias y presidente de la Mesa Nacional del Ajo, “la campaña ha empezado un poco extraña con los fríos del temporal de enero, que pensábamos que podía haber afectado al ajo, aunque es una planta dura a la que no le suelen afectar”, pero finalmente parece que las bajas temperaturas no le han pasado factura a este cultivo más allá de que la campaña va algo retrasada.
Con respecto a la producción esperada y aunque en principio es algo pronto, se espera más o menos la misma cantidad que la pasada teniendo en cuenta que la superficie se mantiene prácticamente igual, con un pequeño crecimiento en la región y un ligero descenso a nivel nacional. En todo el país, la superficie este año está en 27.122 hectáreas, lo que supone un 1,6% menos que el 2020; sin embargo, por lo que se refiere a Castilla-La Mancha, en 2021 se han registrado 19.394 hectáreas, un 1,3% más que el año anterior, que estaba en 19.151 hectáreas.
Por lo que se refiere a cantidades, la campaña anterior se llegó a las 27.000 toneladas a nivel nacional y este año se espera prácticamente lo mismo.
Precios
El año pasado, las dificultades para la importación de ajos chinos hizo que el producto español fuera más demandado, abriera nuevos mercados y mejorase los precios. A juicio de Julio Bacete, “este año sigue la tendencia del año pasado, con el tema del COVID se ha valorado bastante el producto español, sobre todo a nivel europeo, pero también hay nuevos clientes que se están fidelizando como EEUU y Canadá, países que antes tenían más ajo chino que europeo y ahora se están fidelizando con nosotros”, señala.
Respecto a los precios y aunque Bacete siempre es cauto, “podemos hablar de entre 30 y 40 céntimos por encima del año pasado. El año pasado la media estuvo rondando los 2 euros, siempre hablando de precios de salida de almacén, y este año la media puede estar en torno a los 2,5 euros. Luego cuando van al consumidor estamos hablando de 5,6 euros ó 7 euros”, señala.
Este año la campaña es la segunda que se desarrolla con las medidas para evitar la propagación del coronavirus y con la experiencia del pasado año, que fue bastante bien. “El virus lo tiene más difícil a campo abierto que en sitios reducidos, la experiencia nos ha enseñado: se ha separado el personal, se trabaja siempre con cuadrillas cerradas, donde se ha tenido poco contacto con los demás” y estas medidas han dificultado la transmisión, señala.
Donde se tiene mucho cuidado es en los alojamientos, “en que estén bien cuidados, que estén higienizados y preparados para si surge algún problema podamos aislar a algunas personas”, señala. Además confía en que la gente se vaya vacunando poco a poco y la situación vaya a mejor.
También la situación, a su juicio, ha reforzado el consumo de proximidad y esto es positivo para el ajo manchego, una situación que cree que ha llegado para quedarse. “Debemos consumir nuestros productos sobre todo cuando los tenemos tan buenos, aquí podemos disfrutar del mejor ajo del mundo y eso no se puede perder”, señala.
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