Las Casas Colgadas de Jesús Segura cuelgan el cartel de 'completo' para las próximas semanas

Europa Press

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El Restaurante Casas Colgadas/Jesús Segura que el chef conquense y Estrella Michelín abrirá en el edificio más emblemático de la ciudad a partir del miércoles, 17 de agosto, ya está completo para las primeras semanas y tiene lista de espera para fechas concretas. Tal ha sido la aceptación del nuevo establecimiento, que este martes se presentará a los medios de comunicación en un acto privado y que abrirá al público al día siguiente con el cartel de “completo”.

Precisamente, debido a la alta demanda, durante las primeras semanas será imprescindible disponer de reserva previa para poder disfrutar del nuevo restaurante, ha destacado en nota de prensa el Consistorio.

Una década de restaurante cerrado

La reapertura del restaurante de las Casas Colgadas se produce después de casi una década cerrado. Tras la marcha del anterior adjudicatorio del antiguo mesón y una adjudicación fallida, el Ayuntamiento cedió una parte del inmueble a la Fundación Junta March para la ampliación del Museo de Arte Abstracto y emprendió, de la mano del Consorcio de la Ciudad de Cuenca, una profunda remodelación del edificio, que se encontrada en un estado deplorable, incluso con colapso estructural en algunos puntos.

La redacción del proyecto de remodelación del edificio se adjudicó a Javier y Miguel Ángel Redondo, del estudio Redondo Soria Arquitectos de Cuenca, que diseñó una propuesta vanguardista inspirada en carácter de los artistas que impulsaron el pionero Museo en 1966, respetando a su vez los siglos de historia del inmueble, que data del siglo XV y está declarado Bien de Interés Cultural.

Defectos ocultos y otras complicaciones

Las obras fueron adjudicadas a la UTE Cyrisc Casas Colgadas por un importe de 958.741,76 euros y comenzaron en 2018.

La complejidad del desarrollo de los trabajos, la aparición de defectos ocultos en la estructura portante de elementos singulares del edificio como las balconadas y la necesidad no prevista de renovar los servicios urbanísticos para adaptarlos al nuevo uso de restaurante y con las necesidades del uso actual, hicieron que los trabajos se retrasaran y el coste de las obras se elevara por encima del millón de euros, cantidad que ha sido sufragada íntegramente por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca.