Castilla-La Mancha es la segunda Comunidad autónoma más afectada por la sequía, después de Castilla y León, con una superficie siniestrada próxima al 48% del total contratado en la región según datos de Agroseguro y con 18,5 millones (un 18,32% del total en todo el territorio español) en indemnizaciones. Las provincias más afectadas con Toledo y Cuenca.
Según los datos nacionales, sólo en el caso de los cultivos herbáceos, se estima que las indemnizaciones superen los 100 millones de euros y que la que la superficie total siniestrada alcance las 980.000 hectáreas en esta campaña, es decir, un 45% de la superficie asegurada por el riesgo de sequía
Por comunidades autónomas, Castilla y León es la más afectada, con una indemnización de 64,5 millones de euros (cerca del 64% del total) por los daños registrados en casi la mitad de la superficie contratada, sobre todo en las provincias de Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora.
Además de Castilla-La Mancha, le siguen en daños Extremadura, Navarra y Aragón.
Los cultivos más afectados
Herbáceos
La previsión de cosecha por parte de la sectorial de herbáceos de ASAJA ha estimado una reducción en cereales de invierno de 4 Mt (millones de toneladas), 12,4 Mt producción total, un 37% menos que la campaña 2018 y un 26% menos que la media de los últimos tres años.
A medida que avanza la campaña de siega se confirma que las mermas en las producciones de cereales de invierno son más elevadas de lo previsto. Cooperativas Agroalimentarias ha revisado a la baja en casi 400.000 toneladas sus primeras previsiones.
En cuanto a leguminosas la situación es aún más grave. Hay una importante pérdida de producción, e incluso producción cero en algunas zonas del centro peninsular como en Albacete, Toledo o Cuenca.
En el caso del girasol, la nascencia ha sido muy mala, en algunas zonas directamente la semilla no ha llegado a germinar. Los daños en el sur peninsular se estiman en un 25-30%, incrementándose estos porcentajes en la zona centro.
Forrajes
La producción de forrajes de secano también ha sido muy mala en las principales zonas productoras de Castilla y León. El primer corte ha sido ruinoso y en la mayoría de los casos no se espera un segundo corte.
Ante la falta de forrajes y las malas expectativas de rendimientos de algunos cereales para grano se han disparado las superficies de avenas, cebadas y vezas segadas en mayo para henificar, e incluso para aprovechamiento a diente.
Otros cultivos
En cuanto a los cultivos permanentes más importantes destacar el olivar, que es el primero que ha mostrado síntomas por la falta de precipitaciones. Tras una floración calificada como normal el estrés hídrico y las altas temperaturas han provocado una caída masiva de flor y fruto en sus primeros estados fenológicos.
En viña las superficies en secano han tenido una brotación irregular y un cuajado deficiente en muchas zonas productoras. Se espera que el periodo crítico se de en la fase de envero, que es cuando más recursos demanda la planta.
En los almendros la floración y el cuajado en general ha ido bien, a excepción de las zonas que sufrieron heladas. Pero la falta de lluvias ha puesto en riesgo las producciones finales. Hay que destacar el mayor gasto en riego para las plantaciones nuevas.
Ganadería extensiva
Tres situaciones han llevado a este sector a ser considerado como el más afectado por la sequía: la falta de pastos que ha obligado al ganadero a cubrir con pienso la mayor parte de las necesidades alimenticias del ganado; los problemas con los puntos de agua donde habitualmente abrevan los animales y el encarecimiento de paja y forrajes