Castilla-La Mancha busca tratamientos ecológicos para las posibles plagas de los pistacheros, un cultivo en auge en la región

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Ofrecer un catálogo de tratamiento con productos fitosanitarios ecológicos para las  posibles plagas de los pistacheros es el objetivo del proyecto que tiene en marcha el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) junto con asociaciones de cooperativas de Ciudad Real y Toledo y la asociación Ecovalia.

Así lo ha expuesto a AgroalimentariaCLM el director del IRIAF Esteban García que ha destacado la importancia de este cultivo, que ya no puede llamarse nuevo, y que supone ya más de 30.000 hectáreas en la región de las 40.000 que hay en el territorio nacional y con una producción media superior a las 2.000 toneladas, a pesar de contar con plantaciones todavía muy jóvenes.

“El objetivo fundamental de este proyecto es cubrir la falta de conocimiento profundo de los posibles problemas que pueda tener el pistacho en nuestras condiciones edafoclimática. Igual que cualquier otro cultivo, dependiendo de la geografía y el clima existen plagas que se desarrollan o no se desarrollan aquí”, señala.

“El cultivo del pistacho lleva ya unos años en la región pero es realmente en los últimos seis años cuando se está desarrollando y está empezando a crecer, por eso queremos cubrir es conocimiento y ver qué soluciones  existen que sean compatibles con la agricultura ecológica”, ha señalado el responsable del IRIAF.

El proyecto, que se está desarrollando a través del grupo de trabajo de cultivos leñosos del Centro de Investigación Agroambiental “El Chaparrillo” - centro asociado al IRIAF - junto a la Sociedad Agraria de Transformación Ecopistacho de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), la SAT Pistamancha de Manzanares (Ciudad Real) y la SAT El Campo de Villacañas (Toledo), ya ha comenzado a dar resultados en los más de doce meses que lleva en funcionamiento.

“Cada año se van viendo un aumento de la superficie plantada mayor y si hay un aumento de estas superficie está claro que es porque la rentabilidad por hectárea de plantación que da el pistacho en estos momentos no se iguala con ningún otro cultivo”

Así, se están desvelando aspectos interesantes sobre el control y biología de las principales plagas que afectan al cultivo del pistachero en España. Se trata, en concreto, de la clitra (Labidostomis lusitanica) y la psila (Agonoscena spp). En este sentido se han ensayado diversos productos fitosanitarios ecológicos novedosos, estando su evaluación en la fase inicial del proceso.

En el caso de la psila, además, se ha identificado la presencia de varios insectos parasitoides que de forma natural contribuyen a la reducción de los niveles de esta plaga. Estos parasitoides abren una nueva vía para su uso como insectos beneficiosos en la lucha contra esta plaga del pistacho. 

Según Esteban García, no sólo se están estudiando soluciones para las plagas que afectan a la planta sino también las que afectan a los frutos, como las chinches y la polilla de almacén, esta última denominada así porque afecta a los pistachos cuando están ya almacenados en espera de su venta. En estas también se han efectuado trabajos de seguimiento, muestreo y valoración de daños.

El presupuesto de este proyecto ronda los 350.000 euros de los cuales el 50% procede de la Consejería de Agricultura, puesto a disposición para este fin en la pasada convocatoria para poder llevar a cabo un proyecto pionero, junto con, además, apoyo europeo a través de los fondos Feader y del Ministerio.

Un cultivo en crecimiento

Esteba García ha asegurado que  la producción de pistacho de la región va a seguir creciendo ya que aún hay una importante superficie de pistacho joven que no ha empezado a dar su fruto, como lo atestigua la encuesta que se ha realizado dentro del mismo proyecto de investigación. “Una de las acciones del proyecto era realizar una encuesta lo más amplia posible a los agricultores que en estos momentos  están trabajando con el pistacho: hemos obtenido 250 respuestas que podrían representar una superficie de 4.500 hectáreas de pistacho; así el 63% de estas respuestas las hemos obtenido de agricultores cuyas plantaciones están entre los 0 y 3 años, el 25%  de plantaciones de 4 a 8 años, empezando a producir, y el 15% de edad superior a 8 años”.

A juicio de Esteban García, aún hay capacidad de crecimiento: “Cada año se van viendo un aumento de la superficie plantada mayor que el anterior y si hay un aumento de estas superficie está claro que es porque la rentabilidad por hectárea de plantación que da el pistacho en estos momentos no se iguala con ningún otro cultivo”, ha señalado, por ello las perspectivas de crecimiento aún son grandes ya que “las demandas de pistacho en Europa no se ven satisfechas con la producción europea, y se tiene que importar de California y de Irán”.