El Gobierno de Castilla-La Mancha va a permitir que a partir de este viernes se deje a los animales de ganadería que entren en las parcelas de cereales de invierno y leguminosas que se han echado a perder por la sequía y no se cosecharán, para que se alimenten. Es lo que el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha denominado “aprovechar a diente”, una medida adoptada para ayudar a que se aprovechen estos pastos.
El consejero ha avanzado esrta medida tras presidir este jueves la reunión de la Mesa de la Sequía de Castilla-La Mancha, junto a Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias, que ha encuadrado estas acciones dentro del 'Plan contra la sequía en Castilla-La Mancha'.
“El cereal está a punto de secarse y no se va a recoger, ayudamos al agricultor y al ganadero, para que pueda aprovechar estos pastos, estas rastrojeras. Esto no va a tener penalización, es importante que lo sepan”, ha afirmado el consejero. Los agricultores con seguro agrario tienen que dar parte al seguro antes de que los ganaderos aprovechen esa siembra. Los que hayan dado parte y los que no tengan seguro lo podrán hacer desde mañana.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha trasladado a las organizaciones agrarias que se va a activar una inversión de casi 50 millones de euros en ayudas destinadas a este sector para luchar contra los efectos de la sequía, concretamente para explotaciones familiares de toda la región afectadas por esta problemática, con 30 millones de euros, y con una ayuda directa de recuperación de cultivos leñosos afectados por la sequía con 16 millones.
La primera ayuda se podrá pedir en la solicitud de la Política Agraria Común (PAC) con el 31 de mayo como fecha límite y la segunda línea se publicará antes del verano.
Cien euros por hectárea
Según ha descrito Martínez Arroyo, se pondrá en marcha una nueva ayuda para agricultores y ganaderos de explotaciones familiares de toda la región, por valor total de 30 millones de euros. Se trata de una ayuda que se pedirá en la solicitud de la PAC, antes del 31 de mayo, con 100 euros por hectárea a las explotaciones que acrediten daños por la sequía en agricultura y ganadería. Las bases y las condiciones de esta convocatoria se harán “en tiempo récord”, tal y como ha destacado el consejero.
La segunda medida consiste en poner en marcha una ayuda directa para la recuperación de cultivos leñosos afectados por la sequía, del mismo modo que ocurrió con la borrasca Filomena y que afectó al olivar. Se publicará antes de verano “cuando se sepan los efectos reales” sobre la sequía. Se trata de 16 millones vinculados al Programa de Desarrollo Rural.
Además, se va a publicar en mayo una orden para flexibilizar la condicionalidad del primer pilar de la PAC en cuanto a las ayudas directas competencia de la Consejería de Agricultura, además de en todas la ayudas que corresponden al Programa de Desarrollo Rural para que los agricultores puedan seguir adelante con su cosecha.
Castilla-La Mancha ha tomado esta postura a la espera de que el Ministerio de Agricultura avance en las cuestiones que tengan que ver con sus competencias, y de que se flexibilicen requisitos que dependan de Bruselas.
Radiografía de los cultivos
Respecto a la situación de los cultivos herbáceos, las siembras de secano que no han tenido agua se encuentran “en un estado de crecimiento insuficiente para que grane la espiga como debería”, y no se ha alcanzado la madurez fisiológica suficiente en la mayor parte de las hierbas en todo el Guadiana, donde se encuentra la mayor parte de este tipo de cultivos.
En cuanto a los leñosos se ha mostrado “optimista”, porque se han ido adaptando al territorio con condiciones climatológicas extremas, por lo que ha pedido esperar, “ser prudentes”. “Creo que tendremos dinero suficiente para hacer frente a los daños de cultivos leñosos. Se va a ajustar --la cantidad-- y no habrá daños relevantes”.
También ha mencionado que habrá una disminución importante en la próxima vendimia, un aspecto positivo, ya que, ha mencionado, no hará falta la destilación de crisis, y más, tras conocer los últimos datos de ventas de 2 millones de hectolitros de vino y mosto en marzo en la Comunidad Autónoma, con un nivel de existencias inferior al del año pasado por estas fechas.