Una investigación de la UE confirma lo que el sector lleva años denunciando: ‘No es miel todo lo que reluce’

La Comisión Europea ha confirmado lo que el sector apicultor lleva años denunciado: el alto porcentaje de fraude en las mieles importadas que entran en la Unión Europea.

La investigación que con el nombre de ‘De las colmenas’ han llevado a cabo conjuntamente la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), el JRC (Centro Común de Investigación de la Unión Europea) y la DG SANTE (Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea), ha confirmado que un 46% de las muestras europeas analizadas fueron fraudulentas y un 66% de las empresas importadoras controladas tuvieron, al menos, un resultado positivo. En el caso de España, los porcentajes se elevan a un 51% de importaciones con producto fraudulento y un 85% de empresas importadoras con, al menos, un resultado positivo.

Tras esta investigación, 44 operadores de la UE han sido investigados y siete han sido sancionados.

Un total de 16 estados miembros de la UE más Suiza y Noruega se embarcaron en una campaña de pruebas. Se tomaron muestras aleatorias de un total de 320 envíos de miel, importados de 20 países, entre noviembre de 2021 y febrero de 2022. En los análisis identificó que 147 muestras (46 %) eran sospechosas de estar adulteradas, lo que significa que no cumplían con la disposición general de la Directiva sobre la miel de la UE . Requiere que '... a la miel no se le debe agregar ningún ingrediente alimentario, incluidos los aditivos alimentarios, ni se le debe agregar ninguna otra cosa que no sea miel'.

Según esta investigación, el fraude en la miel es una práctica creciente ya que, en el anterior informe, elaborado entre el 2015 el 2017, el porcentaje era del 14%.

El informe señala que el número absoluto más alto de envíos sospechosos se originó en China (74 %), aunque la miel procedente de Turquía tuvo la proporción relativa más alta de muestras sospechosas (93 %). La miel importada del Reino Unido tenía una tasa de sospecha aún más alta (100 %), probablemente como resultado de la miel producida en otros países y luego mezclada en el Reino Unido antes de su reexportación a la UE.

Más de la mitad (57%) de los operadores habían exportado envíos de miel sospechosos de estar adulterados con azúcares extraños y más del 60% (66) de los operadores importaron al menos un envío sospechoso.

Las malas prácticas detectadas son:

  • Uso de jarabes de azúcar para adulterar la miel y abaratar su precio, tanto en países no pertenecientes a la UE como en el territorio de la UE
  • Análisis en laboratorios acreditados para adaptar mezclas de miel/azúcar para eludir una posible detección por parte de clientes y autoridades oficiales antes de las operaciones de importación
  • Uso de aditivos y colorantes para adulterar la verdadera fuente botánica de la miel
  • Enmascaramiento del verdadero origen geográfico de la miel falsificando información de trazabilidad y eliminando el polen.

Por ello el informe concluye que “existe una fuerte sospecha de que una gran parte de la miel importada de países no pertenecientes a la UE y que el JRC consideró sospechosa de estar adulterada permanece presente y sin ser detectada en el mercado de la UE”.

El sector pide medidas contundentes

El sector apícola, tras conocer estos informes, ha exigido actuaciones urgentes para poner freno al fraude detectado en la importación de mieles. Recientemente miles de apicultores se manifestaban por todo el país exigiendo un etiquetado de la miel que identifique claramente la procedencia de este producto con porcentajes de cada país de origen y lucha contra el fraude.

Así, el Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias europeo (COPA-COGECA) ha explicado que, si prácticamente uno de cada dos productos melíferos que llegan a la Unión Europea está adulterado, quiere decir que el 20% de toda la miel que se consume en la UE lo está. “Para colmo, algunas de estas mieles falsas entran en la UE a un precio irrisorio de 1,5€/kg desde un número relativamente pequeño de países. [...] Estamos ante una auténtica catástrofe apícola en la UE”, señala el organismo.

También la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido al Gobierno, a las Comunidades Autónomas y a la UE que reaccionen de forma contundente ante el fraude masivo destapado por la investigación de la OLAF y la retirada inmediata del mercado de toda la miel adulterada.

COAG lleva años haciendo un seguimiento exhaustivo del mercado de la miel y las importaciones realizadas por la industria española y europea, y advirtiendo de que el precio de determinados productos importados y comercializados en España es incompatible con su etiquetado como “miel” en el mercado. Así, ha señalado que esta investigación de la Comisión viene a confirmar “que la presencia masiva de siropes y sucedáneos de miel llevan años distorsionando el mercado y presionando artificialmente los precios de la miel española a la baja”.

Ante este escenario, COAG reclama a las administraciones públicas actuaciones para poner coto “al coladero que se han convertido nuestras fronteras: en primer lugar, validando las técnicas analíticas utilizadas por la Comisión en esta investigación; aumentando los controles a las importaciones en los Puntos de Inspección Fronteriza (PIFS) y creando un Centro Europeo de Referencia para la Miel que permita llevar a cabo las actuaciones necesarias para proteger del fraude consumidores y al sector apícola europeo”.

Además, reclaman que España aproveche la presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023 para liderar la puesta en marcha de todas estas medidas así como una modificación de las normas de etiquetado que defienda los intereses del sector productor apícola, consumidores y consumidoras

Miel directamente del apicultor

Las organizaciones agrarias piden que se lance un mensaje claro al consumidor español para que compren directamente la miel al apicultor: “Comprar directamente a los apicultores y apicultoras, o a través de canales cortos de comercialización, es la mejor garantía de autenticidad y calidad de la miel”, ha declarado Pedro Loscertales, responsable de sector apícola de COAG. “Esta compra responsable permite, además, una correcta polinización de nuestra rica y variada flora silvestre y de nuestros cultivos; y genera empleo y actividad económica en nuestras zonas rurales”.

Por ello, COAG ha publicado un listado de profesionales de toda España que hacen venta directa, que se irá actualizando periódicamente.