Una semana después de que la tormenta Filomena descargase toneladas de nieve en la región los agricultores y ganaderos aún no han podido hacer evaluación de daños debido a las bajas temperaturas, las heladas que han perpetuado la nieve en caminos y explotaciones.
Aunque los daños a primera vista más cuantiosos en la agricultura parce ser los que se han ocasionados en los olivos, la helada podría afectar también a otros leñosos y dañar las yemas de los almendros y las viñas.
Nazario García, olivarero de Mora en Toledo, aún no ha podido realizar la evaluación de los daños que se han producido en las 200 hectáreas de olivar que tiene en la localidad. “No podemos ni llegar a las olivas porque están los caminos intransitables y es innacesible”, señala.
“En la zona de Mora estamos al 40% de la campaña de olivar. A lo que nos queda por recoger le ha afectado mucho el temporal porque el fruto se ha destrozado”, asegura. Preocupan mucho también los daños en madera, es decir, lo que pueda afectar a los árboles: “Valorar los daños en planta de momento es difícil porque no se ha quitado las nieve, pero los daños son cuantiosos hay muchas ramas caídas y tenemos otro problema, este frio que al olivar nuevo le va a afectar bastante en lo que son daños a madera”.
Los principales problemas se plantean en los olivos jóvenes: “Hay plantaciones que están totalmente en el suelo, con tanto peso en las ramas ha tirado los olivos y se han quedado las cruces”.
En los olivos centenarios confía en que no esté afectada la manera, sí hay ramas rotas pero espera que no tenga más consecuencias para el futuro.
Sobre el fruto que aún queda en los árboles, “vamos a tener aún unos días hasta que podamos valorarlo pero con el tiempo que la aceituna está en el árbol con el frio se ha cortado y lo que va a hacer es caerse ”.
No obstante, “ahora mismo es imposible de decir cuánto se ha perdido aunque está claro la aceituna no va a tener la calidad que tenía hasta ahora”, señala.
Nazario García espera poder acceder la semana que viene: “Calculo que por lo menos otros seis días (desde el jueves pasado), si subiera la temperatura y deja de helar, la semana que viene con tiempo más suave podremos ya ir valorando los daños”, cree.
Además, esta nevada que en principio suponía un alivio para el campo y para la recarga de acuíferos, ahora con las heladas durante días va a dar lugar a que “la nieve se está deshidratando” y no deje tanto agua como parecía.
Problemas con el ganado
En la localidad de Menasalbas en Toledo, zona ganadera de importancia en la provincia, los daños más importantes se han producido en las instalaciones ganaderas ya que la nieve ha destrozado naves y en algunos casos se han perdido animales.
Según Javier Gutiérrez, ganaderos de vacuno de la localidad, la rápida reacción de los propios ganaderos ha evitado males mayores para el sector ya que desde el mismo sábado el pueblo se volcó con vehículos agrícolas en despejar las zonas afectadas por la nieve, lo que facilitó que se pudiera acceder a las explotaciones ganaderas para atender a los animales. “A las 8 de la mañana me subí al tractor y hasta las 8 de la tarde no me baje limpiando el pueblo”, señala, no sólo el sino todos los agricultores y ganaderos del pueblo. Algunos incluso llevaban en los tractores a los ganaderos que estaban más retirados del pueblo para ver cómo estaba el ganado.
“Ya el sábado se lio todo el pueblo con los tractores y a abrir calles y caminos para acceder a los cebaderos con muchas dificultades. Luego estuvimos llamando a la Delegación porque no podían llegar las materias primas a las cooperativas y los animales no podían dejar de comer”, señala. Incluso, tienen que calentar con soplete los cebaderos para deshacer el hielo y que puedan comer los animales.
Ya el martes, casi al límite, comenzaron a llegar los primeros camiones porque las cooperativas estaban bajo mínimos, si llega a pasar otro día más nos quedamos sin piensos y no podemos dar de comer al ganado“, asegura.
Los mayores problemas las tienen en las instalaciones que se han venido abajo por el peso de la nieve aunque aún no se ha podido hacer la evaluación de los daños.
“Hay perdidas de animales sobre todo de gente que se le ha venido abajo el techo, les ha pillado animales dentro. Hay alguno al que se le han caído siete corrales, unos 300 metros y muchos animales los pilló debajo y a otros tuvieron que sacarlo. Muchos han muerto”, asegura.