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Las organizaciones agrarias de Castilla-La Mancha temen que, de nuevo, prime el territorio en el reparto de las ayudas al olivar

Las tres organizaciones profesionales agrarias ASAJA, UPA y COAG y Cooperativas Agroalimentarias han anunciado su oposición a que el Ministerio de Agricultura (MAPA) haga un reparto “de despacho” y al servicio de intereses territoriales, del futuro programa sectorial del olivar español cuya primera propuesta será presentada a las comunidades autónomas en los próximos días y que distribuirá 30 millones de euros anuales para apoyar al olivar tradicional.

El sector agroalimentario regional teme que, al igual que con la convergencia y los ecoesquemas que se negocian en la actualidad, “se pretenda hacer una interesada definición de las ayudas para este tipo de olivar que desvirtúe el objetivo final de la medida” y solo se busque mantener la situación pasada en el reparto de los fondos de la PAC, según han señalado en un comunicado conjunto.

Las cuatro organizaciones exigen que estas ayudas específicas vayan dirigidas al olivar más necesitado de reconversión, independientemente de dónde esté ubicado el mismo, dado que deben primar los criterios dirigidos a proteger al olivar de secano de menor rendimiento histórico, con menor número de árboles por hectárea, de mayor antigüedad y, por tanto, el que ha venido sufriendo las mayores e injustas penalizaciones desde hace décadas.

Las organizaciones recuerda que el olivar tradicional en Castilla-La Mancha tiene los menores pagos por hectárea de toda España, siendo el claro perdedor desde la implantación de la ayuda a la producción y, por tanto, del pago único y, posteriormente, del pago básico.

Estas organizaciones señalan que“ el olivar tradicional de Castilla-La Mancha lleva más de dos décadas abandonado por el MAPA en las sucesivas reformas de la PAC que han precedido a la que ahora se está negociando”.

Por ello, creen que ahora, que por fin se establecerá en la PAC un programa sectorial, “Castilla-La Mancha no puede permitir que, de nuevo, el Ministerio haga prevalecer los intereses políticos y territoriales y abandone al olivar tradicional de la región, relegándolo a un segundo plano y condenándolo su progresiva e irremediable desaparición”.

Por ello, las organizaciones castellano-manchegas y las cooperativas agroalimentarias demandan al Ministerio que cumpla con su plan anunciado de proteger a este tipo de olivar con medidas para la recuperación de su rentabilidad, que pasan por una correcta y justa definición del mismo.

Oposición a las “pendientes” como criterio de reparto

Las organizaciones castellano-manchegas confían en que el criterio de las “pendientes” que “interesadamente”, señalan, ha diseñado el MAPA para fijar los tramos de pago en la propuesta de ecoesquemas en cultivos leñosos -sobre el que Castilla-La Mancha ha manifestado su rotunda oposición- no sea, de nuevo, el criterio para el reparto de las ayudas del programa sectorial para el olivar tradicional.

Recuerdan que un altísimo porcentaje del olivar tradicional castellano-manchego no está en terrenos con elevada pendiente pero, sin embargo, sí está en claro riesgo de abandono por sus escasos rendimientos, la ausencia de regadío, sus problemas de mecanización al ser árboles de varios pies y sus reducidos pagos de la PAC comparados con otras regiones, “lo que demuestra que en modo alguno puede ser la pendiente el criterio relevante para proteger a este tipo de cultivos tradicionales y de evidente valor medioambiental y paisajístico”, añaden.