La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, de cara estos días de campaña electoral y a la próxima legislatura, ha recordado a los partidos políticos que, tras 50 años de democracia, ni los agricultores y ganaderos han equiparado sus rentas, ni se han superado las brechas que separan al mundo rural del urbano y que este trabajo debe estar ineludiblemente en sus agendas.
Unión de Uniones ha elaborado un documento sobre medidas que cabe adoptar para mejorar las condiciones de vida y trabajo en el medio rural y el sector agrario y que ha entregado a los partidos políticos con el objetivo de que lo incorporen dentro de sus programas y acción parlamentaria y de gobierno.
Uno de los temas que habría que afrontar con gran urgenci,a según la organización, es el déficit de infraestructuras y servicios básicos que frena el desarrollo de los pequeños municipios rurales y discrimina a sus habitantes respecto a los de las capitales, haciendo avanzar la despoblación.
En este sentido, y con el objetivo también de dinamizar la economía en las zonas rurales, deben sentarse las bases para equiparar la renta de agricultores y ganaderos a los del resto de ciudadanos, que aún está un 35% por debajo de la media tras 50 años de democracia y en contra de un mandato constitucional.
Según la organización, esto se puede hacer a través de una PAC más justa, pero también mejorando a nivel estatal el funcionamiento de la cadena alimentaria, que permita precios justos a los productores en el mercado y que, por tanto, los productores puedan mantener sus explotaciones rentables.
Piden la Ley de Representatividad agraria de 2014
Asimismo, Unión de Uniones pide que se instaure la democracia en el campo y se cumpla la Ley de Representatividad Agraria del 2014 ignorada por dos gobiernos consecutivos sin plantear otras alternativas democráticas.
La organización pide que se coloquen las urnas en el campo y que los profesionales del sector puedan elegir a sus representantes en la concertación institucional, evitando que sean los políticos los que designen a dedo a sus interlocutores y no se defiendan realmente los intereses del sector.