El recorte del 20% en las dotaciones de riego planteado por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) a la comunidad de regantes Real Acequia del Jarama supondrá la pérdida de entre 3.000 y 4.000 kilos por hectárea de maíz, dejando a los agricultores sin beneficios, tal y como han señalado a ASAJA Toledo en una reunión mantenida en Seseña y en la que han participado afectados de toda la zona.
Según la organización, un año más, los regantes sufren una disminución de agua con la temporada de riego ya iniciada y las inversiones realizadas. Los ingresos de los productores de esta cuenca proceden en un 75% del cultivo de maíz, “lo que agrava aún más el impacto económico de una medida que la Confederación anunció por teléfono a los afectados hace tres semanas, coincidiendo con el momento en el que cultivo precisa de mayor aporte hídrico y en plena ola de calor”, señala.
La decisión de la Confederación afecta a 1.600 usuarios, 700 de ellos agricultores, y 10.500 hectáreas de cultivo (3.500 de maíz) de los municipios toledanos de Seseña, Borox, Añover de Tajo, Mocejón, Villaseca de la Sagra y Alameda de la Sagra, a los que hay que sumar los de la Comunidad de Madrid.
Los regantes estiman que un 30% del agua se pierde por fugas en la red de canalizaciones, totalmente obsoleta. Ante este hecho, ASAJA Toledo denuncia, un año más, que esta situación se podría evitar si se realizaran las actuaciones de reparación y modernización de las infraestructuras hidráulicas en la red principal que se llevan años reclamando desde la organización agraria. Así mismo, se demanda un mantenimiento adecuado de la estación de bombeo de Añover de Tajo, que está en un estado lamentable.
En este sentido, ASAJA Toledo exige la puesta en marcha, con carácter urgente, de un proyecto de modernización de regadíos para la vega del Jarama, con un sistema eficiente que potencie, y no restrinja, la producción agrícola en una zona que podría generar más riqueza y ser un importante motor económico de la comarca y de la provincia.
Modificación del periodo de riego
Los agricultores, por su parte, siguen reclamando a la Confederación del Tajo la modificación del período de riego, actualmente entre abril y octubre, adelantándolo a febrero, con el fin de poder hacer una mayor diversificación de cultivos hacia cereales y hortícolas de invierno. Sin embargo, la actitud de la Confederación aboca a los regantes a depender del maíz y cultivos forrajeros, fundamentalmente, que son, precisamente, los que más agua necesitan.
El resultado de la falta de agua se aprecia en maizales poco desarrollados que, a la hora de cosechar, darán un rendimiento bajo. En la actualidad, el riego se realiza cada 15 días cuando lo óptimo, según explican los agricultores, sería cada 7 u 8 días. En este sentido, las parcelas menos afectadas son las que se encuentran cerca de la cabecera de la red, mientras que según se van alejando, las fugas y la evaporación del agua hacen que llegue un caudal insuficiente para el crecimiento del maíz.
Por otro lado, para los cultivos forrajeros se ha reducido de dos a un solo riego los permitidos durante el verano.
Desde la organización agraria se considera inadmisible que no se apueste por mejorar unas infraestructuras que están reñidas con los objetivos de eficiencia y ahorro de agua que se marcan las distintas administraciones implicadas.
ASAJA de Toledo lamenta que esta decisión se adopte, además, en un año con graves problemas de abastecimiento y cuando desde el propio Gobierno nacional se anima a incrementar la producción de cultivos herbáceos permitiendo la siembra de barbechos. En este sentido, la organización recuerda que España es deficitaria en cereales e importa anualmente unos 20 millones de toneladas. Concretamente, importamos casi el 30% del maíz que necesitamos de Ucrania, país del que en 2018 importamos 2,8 millones de toneladas, siendo el segundo destino de las exportaciones ucranianas de maíz.