La Lonja Agropecuaria de Toledo ha analizado, durante la celebración de su séptima Asamblea General Ordinaria, la evolución del mercado cerealista en 2021, un año marcado por la buena cosecha provincial, con un precio por encima de las últimas campañas y una importante subida en el último cuatrimestre del año, subida de la que el sector productor no ha sido el principal beneficiado. En la otra cara de la moneda, la ganadería ha sufrido el incremento del coste de la alimentación animal, con una subida del 35% en el precio de los piensos.
La provincia de Toledo ha registrado una buena cosecha de cereal, con unas 750.000 toneladas recogidas, aunque con una superficie de siembra inferior a la pasada (un 3,5% menos), sobre todo de cereales de invierno, siguiendo la tendencia de los últimos años, en los que los cultivos permanentes, principalmente almendro y pistacho, van ganando terreno a costa del cereal. En esta línea, la cebada, principal cereal sembrado en la provincia, bajó su superficie de siembra un 6% en la última campaña, así como su producción, y los primeros datos, una vez terminada la sementera, auguran que esta tendencia a la baja seguirá para la campaña 2022, lo que podría suponer una menor producción en la provincia de Toledo.
La Mesa de Precios ha aclarado que los agricultores no están siendo los grandes beneficiados de la subida en el precio del cereal, sino que lo están siendo los intermediarios. En este sentido, Marcial Rico, cerealista y miembro de la lonja en representación de ASAJA Toledo, ha manifestado que “aunque los agricultores hayamos cobrado este año el cereal más caro que en campañas anteriores, hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría no tenemos capacidad de almacenar el grano, por lo que vendimos al comienzo de campaña y no nos hemos beneficiado de las mayores subidas, que se han dado a partir de septiembre.”
En el mes de julio, la cebada arrancó a buen precio, entre 200 y 204 €/tonelada; pero muy lejos de las cotizaciones de las últimas semanas, que rondan los 280 €/Tn. Otro de los productos, el trigo para pienso, en julio cotizaba entre 225 y 229 €, y ahora lo hace a 304 €.
El panorama para la próxima campaña, cuya sementera se ha realizado entre los meses de octubre y noviembre, se presenta con una nueva disminución de la superficie de siembra como consecuencia de la subida de los costes de producción, que ha llevado a los agricultores de las zonas menos fértiles de Toledo a dejar más superficie de barbecho, y a los de las mejores comarcas cerealistas a ahorrar, sobre todo en la aportación de nutrientes a la tierra, al no poder hacer frente a subidas que suponen un 20% de incremento en el precio de las semillas, 58 céntimos más que el año pasado en el gasóleo, y subidas de más del 200% en los fertilizantes.
Ganaderos
La Mesa de Cereales de la Lonja Agropecuaria está integrada por ASAJA Toledo, en representación de los agricultores, y por cooperativas de pienso formadas por ganaderos. Este último sector está viviendo una crisis sostenida a lo largo del año pero que se ha agudizado en el último trimestre, cuando más han subido los costes de producción en ganadería.
En la cría de ganado influye sobre todo el encarecimiento de los piensos, que han subido un 35% por el incremento del precio de la materia prima. A estas subidas hay que sumar las de la electricidad y el gasóleo.
Por sectores, el porcino ha mantenido la rentabilidad durante los primeros seis meses del año, con buenos precios en origen favorecidos por las exportaciones. Sin embargo, durante el segundo semestre, el precio de la carne ha bajado un 30%, sin que este descenso haya llegado al consumidor. En palabras de Javier Quero, ganadero y presidente de la Mesa de Precios, “las causas de este descenso son diversas, pero tienen que ver con la recuperación de parte de la cabaña ganadera de China, tras superar la peste porcina, si bien no justifica esta importante bajada ya que, en general, el consumo de carne se ha incrementado, sobre todo por la incorporación de más carne a su dieta por parte de los países asiáticos”.
En cuanto al bovino, también está muy condicionado por la exportación, con altibajos a lo largo del año, mientras que en caprino y ovino continúa la pérdida de cabaña ganadera.