El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha alineado con la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha de entorpecer la instalación de nuevas macrogranjas en la Comunidad Autónoma, asegurando que es urgente “corregir decisiones de consumo” para adaptar el modelo productivo ganadero “a lo que permite el planeta”.
A preguntas de los medios tras asistir a un acto en Cuenca, Garzón ha apuntado que la ganadería intensiva “no es un sistema sostenible, contamina y no genera empleo”. “Este sistema tiene que ser sustituido por la ganadería extensiva, que sí es respetuosa, protege las relaciones sociales y locales, arraiga territorio y protege al medioambiente”, ha apuntado.
Castilla-La Mancha pondrá en marcha de forma “inmediata” una moratoria con rango de ley, para que no se puedan tramitar nuevos proyectos de macrogranjas en la región, mientras no haya clarificación normativa nacional. El presidente regional, Emiliano García-Page, lo anunció la semana pasada en Cenizate (Albacete), uno de los municipios afectados por los intereses de la industria ganadera en la provincia de Albacete, donde las plataformas ciudadanas llevan meses oponiéndose a este tipo de proyectos.