Dice Alicia Es. Martínez que morimos con toda nuestra vida a cuestas, como el caracol. Es decir, que en nuestra casa, en nuestros recuerdos, en lo que hemos sido, tenemos nuestra propia tumba. “Mueres donde naces, en la misma indefensión, y el que finalmente mueres eres tú con tu casa a cuestas, con todo lo que has ido cargando a la espalda. No puedes deshacerte de ti mismo”. Así resume la poeta afincada en Toledo la esencia de su nuevo poemario ‘En casa, caracol, tienes la tumba’. Es el libro que ha servido para la puesta de largo de la nueva editorial toledana Gato Encerrado. Este proyecto editorial sale a la luz de la mano de los editores, escritores y poetas Carlos Ávila y Félix Chacón y se ha presentado en el Círculo de Arte de Toledo en el marco de una fiesta de celebración.
Durante la misma, ambos han explicado que la idea surgió hace un año durante una juerga nocturna como algo que se dice “pero nunca se hace”. Pero durante esos meses, el proyecto fue tomando forma, se sumaron varios apoyos y colaboraciones, y vieron cada vez más latente la necesidad de generar una editorial “necesaria y alternativa” que trabajara dentro del circuito cultural entre Madrid y Toledo.
“Queremos trabajar implicando a todos los artistas. No solo a poetas, sino también a fotógrafos, pintores, actores y todo tipo de personas que apuesten por la cultura y por el arte. Tenemos muchas ideas y queremos hacerle hueco”, ha comentado Félix Chacón. “No nos vamos a hacer ricos”, ha bromeado por su parte Carlos Ávila. “Esto no es un proyecto empresarial, es un proyecto ilusionante que llevamos a cabo para promover, contribuir y favorecer toda la cultura alternativa que se está moviendo en Toledo.
Ambos han mostrado además su orgullo por haber contado con Alicia Es. Martínez para publicar el primer libro de la editorial. Conocida gestora cultural de la ciudad y directora del Festival Internacional de Poesía Voix Vives, la autora ha desgranado las claves de su nuevo libro para eldiarioclm.es. Entre ellas, ha destacado el amor, la muerte y el hogar como elementos que “no responden a categorías absolutas” de su poesía“.
“Se intercambian como sinónimos y antónimos de sí mismos en una suerte de danza de la vida. El amor es a veces casa, es hogar, es refugio; en otros poemas el amor es entrega y recepción, como habitáculos del otro, es exploración de uno mismo en el espejo que somos, es generosidad; el amor es también muerte por lo que simboliza, es la desaparición del yo, su suicidio, es la búsqueda de uno mismo a través de la comunión con el otro, con los otros”.
Es quizás este libro aquel en el que la poeta ha utilizado más imágenes poéticas. Ella explica que vive rodeada de esas imágenes. “Veo el mundo desde la poesía, y lo hago inconscientemente”. “El resultado es, por un lado, una belleza que duele y, por otro, un terror destilado. Esto que, cuando era niña, era visto con simpatía y a veces preocupación por mis mayores, con la madurez se ha convertido en un salvavidas. No hay separación entre el yo poético y la imagen”.
'En casa, caracol, tienes la tumba' es además un acercamiento de Alicia Es. Martínez a un homenaje a la mujeres, “una recuperación del feminismo que me está costando algunos cadáveres, pero es necesaria, para mi equilibrio personal, familiar y poético”. También sus versos están “más pegados a la tierra”. Es exactamente la misma búsqueda: “volver a mis orígenes para investigar mi yo en ellos: los paisajes, sabores, olores infantiles y también ancestrales: la Tierra, la Madre”.
En definitiva, considera este libro como un “punto de inflexión”. “A partir de este libro estoy afianzando mi lenguaje poético que es caleidoscópico, lleno de aristas, en absoluto uniforme, porque yo no lo soy. Soy múltiples voces, numerosas 'alicias'. Y eso ya lo he asumido. Ninguna de ellas puede prevalecer sobre las otras, como intentaba antes, está en mi naturaleza ser muchas. Es esa asunción”.
La autora ha recitado durante la presentación algunos de sus poemas. Pero después, como es habitual, dejó que fuera la oralidad y la música la que los pusiera de largo. Subieron así al escenario del Círculo de Arte de Toledo el propio editor y cantante, Carlos Ávila; el vocalista de Maluenda, Amadeo Aranda; el cantaor Diego Megías y el músico Ferdy Jaque para interpretar versiones de sus poemas. A todos ellos se unió finalmente la autora para terminar una fiesta que completó el aforo de la sala y que ha servido, según los editores, para “empezar por todo lo alto una travesía poético-cultural a la que invitamos a todos a acompañarnos”.