El Gobierno de Castilla-La Mancha ha trasladado a Red Eléctrica Española, en relación a la Planificación Energética 2021-2026, la propuesta para impulsar las energías renovables en la región. En el caso de la Mancha Alta Conquense pasa por la puesta en marcha de varios proyectos fotovoltaicos, aprovechando la apertura de dos líneas eléctricas ya existentes de alta tensión que llegarían como alternativa al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de Villar de Cañas.
El vicepresidente autonómico, José Luis Martínez Guijarro, ha mantenido un encuentro en Villares del Saz (Cuenca) con alcaldes de 13 municipios de la zona a los que ha trasladado la propuesta que se dibuja como alternativa al cementerio nuclear proyectado en la localidad de Villar de Cañas, en esta misma comarca conquense.
La propuesta de apostar por las renovables como alternativa al basurero nuclear ya la anunció el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el pasado mes de agosto tras una reunión con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ahora, el vicepresidente ha detallado algunos de los pasos dados por el Gobierno regional en este sentido.
Durante el encuentro con los alcaldes, al que han asistido el director general de Transición Energética, Manuel Guirao; la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez; y el delegado provincial de Desarrollo Sostenible en esta provincia, Rodrigo Molina; el vicepresidente ha apuntado que la apertura de ambas líneas podría permitir evacuar una potencia de aproximadamente 950 megawatios en instalaciones fotovoltaicas en estos municipios.
Esto supondrá, ha dicho, “una inversión aproximada de 800 millones de euros, 50 puestos de trabajo de carácter definitivo para el mantenimiento de esos parques fotovoltaicos y durante la construcción, unos 800 empleos”. De hecho, ya hay una empresa, que el vicepresidente no ha desvelado, que ha presentado avales en la Consejería de Desarrollo Sostenible por un importe superior a los 20 millones de euros.
Así, ha insistido en la apuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha por las energías limpias. “Nosotros creemos a pies juntillas en las energías renovables, lo hemos hecho desde hace muchísimos años”, y prueba de ello es que Castilla-La Mancha es una región “puntera” en la generación de energía eléctrica través de la energía eólica y fotovoltaica. Según los últimos datos registrados por Red Eléctrica Española, Castilla-La Mancha es la primera comunidad autónoma del país en potencia instalada en energía fotovoltaica y la segunda en producción a través de energía eólica.
Nueve años de oposición
Han pasado nueve años desde que la localidad conquense de Villar de Cañas fue elegida para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares. Desde entonces, la oposición del Gobierno regional y de los colectivos ecologistas ha sido continua –con el paréntesis del Ejecutivo de María Dolores de Cospedal– y el Ministerio para la Transición Ecológica paralizó el proyecto, vinculando su futuro a la espera del nuevo Plan de Gestión de Residuos Radiactivos, que tiene que renovarse.
Nada se construye ni ninguna obra se licita ya para el basurero nuclear, pero tampoco se ha dado su carpetazo definitivo. Al margen de la batalla judicial que la Junta de Castilla-La Mancha inició para la protección medioambiental y agrícola de zonas colindantes como la Laguna del Hito, y evitar así la construcción del ATC, lo cierto es que es el Gobierno central quien debe tomar la decisión final.
Será entonces cuando otros proyectos alternativos en la zona, relacionados con las energías renovables como el detallado por el vicepresidente de la Junta, puedan empezar a ver la luz.