La Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha (Cabañeros y Tablas de Daimiel), formada por representantes del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, ha acordado la activación de la batería de sondeos del Parque Nacional para paliar la situación hídrica que atraviesa el parque.
La puesta en marcha de estos pozos, que aportarán un caudal de 1 metro cúbico por segundo durante ocho horas diarias, permitirá que se completen los ciclos biológicos de la biocenosis presente en este espacio natural, tanto de la fauna como de la flora. El bombeo se realizará a comienzos de otoño tras la solicitud de autorización pertinente a la Confederación Hidrográfica del Guadiana con el objetivo de garantizar la humectación del paquete de turbas del Parque Nacional, evitar el riesgo de autocombustión y conseguir una lámina de agua que favorezca la invernada de las aves acuáticas en Las Tablas de Daimiel.
Tras el periodo estival, la superficie encharcada en el Parque se ha reducido hasta las 24 hectáreas. De mantenerse la tendencia descendente de la inundación, se comprometería la nidificación de las aves presente en la zona y la posibilidad que las plantas acuáticas finalizasen su ciclo vital, produciendo esporas que permitan su regeneración futura.
La bajada de las temperaturas al comienzo del otoño garantiza la eficiencia del bombeo, minimizándose la evaporación. El caudal se aportará mediante bombeo y se realizará de forma adaptativa a las condiciones meteorológicas para garantizar una lámina de agua suficiente que favorezca la invernada de las aves acuáticas del parque.
El trasvase, descartado
Precisamente, el Ministerio ya confirmó a elDiarioclm.es que un trasvase al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel no sería “adecuado”, debido al “escaso rendimiento” que ofrece la derivación del agua a través del canal del río Gigüela. Así lo confirmó tras las insistentes demandas del alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra, al haber bajado el nivel del agua en el parque nacional a menos del 3% en las últimas semanas. Desde el MITECO también aclaran que el final del verano no es el período “más adecuado” para realizar esa derivación de agua.
“Las perdidas por infiltración de los cauces prácticamente imposibilitarían que los caudales derivados pudieran alcanzar al espacio protegido”, recalcan desde el departamento que dirige Teresa Ribera. Además, señalan que la “elevada evopotranspiración”, es decir, el agua que vuelve a la atmósfera por la evaporación y la transpiración de las plantas“ haría que el ”potencial agua“ que pudiese llegar al parque nacional ”desapareciera en muy poco tiempo. Las fuentes ministeriales aclaran también que la reproducción de las aves acuáticas terminó “hace un tiempo” y “no necesitan un aporte adicional en estos momentos”.