La semana pasada el nuevo revés recibido por el consistorio de Alcázar de San Juan parecía presagiar una semana tranquila. La demora de al menos un mes de la firma definitiva de la venta de 'Aguas de Alcázar' a Aqualia daba más tiempo a los alcazareños para mantener el agua pública en su propiedad.
Dentro de las numerosas acciones que la Plataforma ha realizado desde su existencia, más de 100, la semana pasada se creaba un mercadillo solidario de objetos de segunda mano, sin ánimo de lucro y con fines solidarios, en el que los alcazareños pueden donar los objetos que quieran y quien quiera puede comprarlos por “la voluntad”, es decir, el precio que estime conveniente, situado en el mercado municipal. Sin embargo, el ataque de la semana venía por una petición del Ayuntamiento que exigía a la Plataforma el pago de 2.590 euros si querían montar ese mercadillo, en concepto de impuestos por apertura de nuevo negocio en la vía pública.
Hay que resaltar que ninguna organización y asociación cultural, deportiva, religiosa o vecinal tiene que pagar este canon por realizar actividades sin ánimo de lucro. Una vez puestas las correspondientes quejas, el Ayuntamiento en un primer momento reculó y permitió la creación de ese mercadillo sin cobrar a los participantes. Dicho mercadillo ha estado abierto durante toda la semana en el mercado municipal.
Sin embargo, en la mañana del viernes, el Ayuntamiento ha mandado cerrar el mercadillo y todo el puesto y desalojar a los vecinos que hubiera ahí. El propio alcalde, Diego Ortega, ha dado orden de desalojar a todos los miembros de la Plataforma que atendían el mercadillo.
“Aguas no se vende, garantizamos su futuro”
Usando precisamente el lema que durante tanto tiempo ha representado a la Plataforma, el Ayuntamiento de Alcázar ha contratado campañas publicitarias en diversas agencias y medios para “convencer” a los vecinos de que están garantizando el futuro de la empresa.
Sin embargo la campaña no se ha dirigido a todos los medios: sólo a los que mantienen una línea editorial con el PP y no han criticado la venta de la empresa pública. Con estas campañas el ayuntamiento de Alcázar se va a gastar varios miles de euros al mes en contrataciones de publicidad en espacios preferentes en prensa y medios de comunicación, mientras que su alcalde sigue sin dar explicaciones públicas de la actuación de su gobierno en este ámbito a los vecinos.
Lógicamente en esta publicidad no se alude al beneficio económico que tendrá Aqualia, al rechazo frontal expresado por los vecinos o al silencio de los concejales para con sus propios vecinos, roto sólo por las amenazas de alguno de ellos hacia ciudadanos.
“Nuevo modelo para la viabilidad de Aguas de Alcázar. ¿Cómo nos afectará? El precio del agua y los empleos se mantendrán. Los servicios serán de igual o mejor calidad. Aguas no se vende, garantizamos su futuro. Todos salimos ganando” es el texto íntegro de la publicidad del ayuntamiento.