Bárbara García asume el mando de Bienestar Social con “especial compromiso” en dependencia, infancia, pobreza y cooperación

Ya ha tomado posesión de su cargo la nueva consejera de Bienestar Social, Bárbara García, quien sustituye en este puesto a Aurelia Sánchez, que se va al Senado tras seis años en esta cartera autonómica. Durante el acto, la nueva consejera ha destacado la “ilusión, confianza y enorme responsabilidad” con la que asume su nuevo cargo y ha mostrado su deseo de “estar siempre al nivel de exigencia” que este nombramiento merece.

García también ha tenido palabras de reconocimiento y agradecimiento para su antecesora en el cargo, a quien ha deseado lo mejor en su nueva trayectoria como senadora por designación autonómica en la Cámara Alta. También ha tendido la mano “a quienes en las Cortes regionales ejercen la tarea de control político desde la oposición”, en un ejercicio de transparencia. Y al mismo tiempo, ha recordado su trayectoria “en el ámbito local” como concejala, teniente de alcalde y finalmente alcaldesa de Torrejón del Rey (Guadalajara), labor que ha calificado como “gran honor y orgullo”, así como en la Diputación provincial de Guadalajara.

“Dar el paso a la política regional me hace sentir el peso de la responsabilidad”, ha reconocido, “y más aún en una región tan amplia y diversa como la nuestra, pero es un reto que asumo con muchísima ilusión”, ha asegurado.

Para la nueva consejera, el encargo de dirigir la política regional de Bienestar Social “es el más apetecible, pues es una Consejería destinada a las personas, a la buena gente de Castilla-La Mancha”, ha valorado, antes de repasar algunos de los ámbitos más destacables de su futura gestión, como la dependencia, área “con la que este Gobierno tiene un especial compromiso”, las personas mayores, la infancia, la atención temprana y la atención a las personas en riesgo de pobreza, así como las políticas de cooperación al desarrollo.

Castilla-La Mancha, “una región solidaria”

Finalmente, y tras considerar a Castilla-La Mancha como “una región muy solidaria”, ha garantizado que tendrá un “trabajo directo” con todos los alcaldes y alcaldesas “para seguir impulsando los servicios sociales”, y que permanecerá “muy atenta” a las demandas de las asociaciones, voluntariado y ONG’s. “Con todos vamos a trabajar y a todos les pido su apoyo, ofreciendo lo mejor que puedo dar, mi entusiasmo y dedicación, y todo esto será una realidad contando con la colaboración de la plantilla de empleados públicos de la Consejería de Bienestar Social”, ha apostillado.

Las reacciones a este cambio en la cartera autonómica de Bienestar Social también se han sucedido en paralelo a la toma de posesión de la nueva consejera. La secretaria regional del PP, Carolina Agudo, ha lamentado que, en el relevo en la Consejería de Bienestar Social, Aurelia Sánchez se lleve el “premio a senadora por dejar abandonadas a las residencias en el peor momento de la pandemia”. Así, ha señalado que a esta se le otorga también galardón “por no levantar la voz contra su jefe -Emiliano García-Page- y permitir que se cierre un colegio”. “El último reparto de premios ha sido lamentable, premios a los peores gestores para tapar su gestión”, ha concluido.

También ha sido crítica la coordinadora autonómica de Ciudadanos y diputada regional, Carmen Picazo, acusando a la ya exconsejera de realizar “una gestión lamentable dentro de su área y en particular con las residencias de ancianos que se han convertido en autenticas ratoneras”. En su opinión, el presidente de Castilla-La Mancha “debería haberla cesado hace meses y en lugar de eso la premia con el Senado”.

Cs: el senado como “purgatorio de políticos que han fracasado”

“Este puede ser uno de los motivos de la desafección política. Ese Senado que tanto PP como PSOE han convertido en el purgatorio de los políticos que han fracasado. Debería ser una institución de representación territorial donde se realizase política útil y no el asilo de muchos políticos”. Igualmente, el coordinador regional de Izquierda Unida (IU), Juan Ramón Crespo, ha recordado que su formación pidió hace seis meses la dimisión o cese de la consejera por el recorte presupuestario en políticas de servicios sociales, sobre todo por el Ingreso Mínimo de Solidaridad, y por el “caos y la improvisación que se generó durante la primera y la tercera ola en las residencias de mayores”.

“Durante estos meses hemos demostrado que la gestión de Aurelia Sánchez no ha estado a la altura, porque en el peor momento de la crisis sanitaria y económica demostró poca empatía con la situación de pobreza y exclusión social de miles de familias castellanomanchegas suprimiendo el Ingreso Mínimo de Solidaridad”, ha añadido Crespo.

Además ha lamentado la “vergonzosa gestión” con las residencias de mayores, ya que “la falta de transparencia y control de estos centros residenciales ha supuesto un caos tanto para las personas mayores como para sus familiares”. Por todo ello, Izquierda Unida saluda este “cese” aunque “llegue tarde y se hayan perdido unos meses muy valiosos en un momento donde las políticas sociales deberían haber estado más presente que nunca”.