A toda la propaganda por la ciudad de Albacete del festival taurino que se celebra el sábado 28 en la plaza de toros albaceteña, evento principal del I Congreso Internacional de Tauromaquia que se abre este viernes en la capital albaceteña, se le han añadido diversos mensajes en contra de su celebración. Unos mensajes que van no solo de colectivos animalistas sino también por parte de grupos y/o personas que no aprueban la celebración de este evento con dinero público.
El despligue propagandístico no ha podido ser mayor en la ciudad. Carteles con forma de capote adornando las principales calles de la ciudad, cartelería en todas las esquinas y todos los comercios con alguna referencia al evento. A ello hay que sumar la publicidad y propaganda hecha desde el Ministerio de Cultura y desde la Junta de Comunidades durante estos días, tanto en cuñas de radio como publicidad en todos los medios posibles (los de su plan de medios, por otra parte). La Tribuna de Albacete ha publicado en el día de la inauguración un especial taurino de doce páginas reseñando la importancia de los toros como patrimonio nacional y regional, mientras que el resto de medios que también han recibido dinero del evento han preparado cada uno de ellos su particular publicidad.
La celebración en la ciudad de este congreso no ha sido bien recibida por numerosos colectivos, haciendo difícil de hecho encontrar un cartel en la vía pública que no haya sido “modificado” con un eslogan animalista o proteccionista con los animales. Tampoco la venta de entradas ha seguido el ritmo esperado ya que a horas del evento principal que es esa corrida de toros del sábado 28 aún había entradas a la venta. A esta hora ya queda el cupo de entradas que se tiene que vender en taquilla el mismo día.
En el Teatro Circo, epicentro del Congreso y lugar donde se impartirán las diversas conferencias y mesas redondas, horas antes de la inauguración solo se habían acercado profesionales de prensa, empresarios taurinos y del sector y algún curioso. Queda por ver cómo reciben a su llegada al edificio a María Dolores de Cospedal y al ministro de Cultura, José Ignacio Wert, encargados de abrir el congreso.
De los gastos de todo esto no se sabe nada más que es “austero, barato y económico”. La cifra no aparece en ninguno de los presupuestos desglosada ni ha sido ni siquiera acotada por los responsables del evento, pero solo en publicidad del evento varias decenas de miles de euros se han gastado en vista de toda la presencia mediática contratada.