La portada de mañana
Acceder
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
Así queda el paquete fiscal: impuesto a la banca y prórroga a las energéticas
OPINIÓN | 'Siria ha dado a Netanyahu su imagen de victoria', por Aluf Benn

Castilla-La Mancha sin alternativa: pantanos al límite y ríos en estado crítico

Castilla-La Mancha atraviesa una situación crítica en materia de agua. No es nada nuevo, el Gobierno regional lo lleva avisando durante mucho tiempo ya que a la sequía se le han sumado 23 trasvases durante los últimos meses. Una situación límite que ha hecho que el Ejecutivo autonómico vaya a exigir a Mariano Rajoy, “el trasvase cero”, porque asegura que “no puede estar pendiente de si va a llover o esperar a ver qué pasa el próximo otoño”.

El Gobierno de Emiliano García-Page lo lleva diciendo desde el inicio de la legislatura y de hecho, han recurrido cada uno de los trasvases que consideran “ilegales”. “Tenemos la obligación de defender nuestra región en todos los aspectos del agua”, asegura el director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Antonio Luego.

“Somos una región que deberíamos tener suficiente agua, no deberíamos tener problemas y la realidad es que está en riesgo el futuro de Castilla-La Mancha especialmente por la situación de la cuenca del Tajo y del Júcar”, apunta Luengo.

Ni la situación del Tajo a su paso por Toledo, cada vez más grave desde el punto de vista medioambiental, ni las denuncias casi diarias y caravanas de protestas de los pueblos ribereños de los pantanos de cabecera han hecho mella en la política trasvasista del Gobierno de Mariano Rajoy, ya que se han producido 23 derivaciones de agua hacia el Levante en la presente legislatura, es decir, se ha trasvasado todos los meses durante los últimos dos años.

“El Tajo ha dejado de ser un río. En el mes de mayo, ha habido días en los que el trasvase llevaba más agua que el propio río”, señala el director de la Agencia del Agua. Pero el problema del Tajo no es solo su caudal. “El río llega muy contaminado por todo el impacto industrial de Madrid y hasta que no traspasa las fronteras de Castilla-La Mancha no se convierte en un río normal”.

El Ejecutivo autonómico señala que en lo que llevamos de legislatura se han trasvasado en total casi 390 hectómetros cúbicos de agua, es decir, ya se ha derivado a Levante más recursos hídricos de los que quedan en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo. Una situación que lo están notando los municipios ribereños de los pantanos. “Esta situación está afectando a su capacidad de desarrollo”, asegura Antonio Luengo.

Unas afirmaciones que las hace no solo en calidad de director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha sino como alcalde de uno de los municipios de la zona, Villalba del Rey, en la provincia de Cuenca. “En los años 50, cuando se hicieron los embalses en los municipios ribereños, estos pueblos comenzaron a tener desarrollo, y pasaron a tener mucha actividad turística y comercial”. Una situación, que ha cambiado a raíz de los trasvases y que ha afectado a los pueblos económica y socialmente.

La Agencia del Agua de Castilla-La Mancha tiene claro el motivo de estas derivaciones de agua. “Se piensan que con el agua no hacemos nada en Castilla-La Mancha y que en el Levante son capaces de generar productividad”. Una situación que han denunciado tanto a nivel interno, al Gobierno de España, como a nivel europeo.

También se ha referido al uso de las desaladoras y los 21 hectómetros que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Segura, ha autorizado desde la planta desalinizadora a Murcia para regadío este verano. Sobre esta alternativa, ha dicho que “llevamos mucho tiempo diciéndolo, que la solución no podía estar siempre mirando al río Tajo”. Además, según el director de la Agencia del Agua, los regantes no la querían utilizar por una serie de prejuicios, “todos falsos” sobre el tema de la desalación.

“Cuando han logrado vaciar los pantanos de cabecera, Castilla-La Manca se ha quedado en una situación lamentable. No tiene futuro si no es capaz de tener una mayor lámina de agua en los embalses de cabecera”, apunta Luengo. Además recuerda que el Levante sí que tiene otras alternativas, principalmente tiene todo el mar Mediterráneo y la desalación.

Los otros ríos de Castilla-La Mancha

Aunque la situación del Tajo es “alarmante”, por los trasvases, el resto de ríos también discurren hacia el Levante. Es el caso del río Júcar, “que está en función del Levante, ya que se hacen derivaciones encubiertas”, apunta Antonio Luengo.

De “lamentable” califica la situación del Segura la Agencia del Agua. “Castilla-La Mancha tiene el 28% del territorio y a los murcianos se les ha regularizado todas las hectáreas de regadío y a nuestra región solo se le han concedido 10 hectómetros para regadíos sociales que encima tenemos dificultades para poner en funcionamiento”, apunta su director Antonio Luengo.

Por último, sobre el Guadiana asegura que tiene una situación tradicional de déficit, en la parte Alta del Guadiana, aun así, “Se están recuperando balsas de agua y a la vez se está haciendo un trabajo de regularización de los pozos”, apunta Luengo. “Es la cuenca que mejor funciona”.

Previsiones

En cuanto a las previsiones de cara al verano, la Agencia del Agua no considera que se puedan producir problemas de abastecimiento, aunque avisa: “Hay muchos pueblos que viven de sus propios pozos y puede ocurrir que tengan dificultades”. La previsión es que no habrá problemas en el agua de consumo aunque sí puede que se produzcan restricciones en los regadíos, “si la sequía persiste”.

Por último, Antonio Luego, ha recordado que desde que Emiliano García-Page es presidente de Castilla-La Mancha “hemos tenido una cosa clara y es que el agua es un factor de desarrollo económico y social para nuestra región y ahí se incluye el medio ambiente porque somos una región de paisaje”. Actualmente se encuentran trabajando en un programa de depuración “ambicioso y completo” que pretende dar cobertura y salida a las 157 depuradoras “que se quedaron olvidadadas por el anterior Gobierno”, y así se puedan limpiar nuestros ríos.